Fotos: INAH
El Disco de los Jugadores de Pelota es uno de los hallazgos más importantes de Chichén Itzá.
Descubrir un marcador de piedra de Juego de Pelota completo es uno de los grandes hallazgos que han hecho los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) en Chichén Itzá.
Este hallazgo se representa en bajorrelieve una banda de escritura jeroglífica maya que rodea a dos personajes ataviados como jugadores de pelota. El INAH remarca en una nota que “la relevancia del hallazgo radica en tratarse de un elemento escultórico que conserva su texto glífico completo”.
Esta escultura tiene 32.5 centímetros de diámetro, 9.5 centímetros de grosor y 40 kilogramos de peso, y la pieza que ha sido llamada Disco de los Jugadores de Pelota fue hallada por la arqueóloga Lizbeth Beatriz Mendicuti Pérez, dentro del conjunto arquitectónico Casa Colorada (nombrado así por los restos de pintura roja en su interior) o Chichanchob.
“En este sitio maya es raro encontrar escritura jeroglífica y menos un texto completo; desde hace más de 11 años que no ocurría”, destacó el arqueólogo Pérez Ruiz, al explicar que el monumento hallado funcionó como marcador de algún evento importante relacionado con el Juego de Pelota de Casa Colorada, una cancha mucho más pequeña que el Gran Juego de Pelota de Chichén Itzá.
El investigador estima que este marcador de Juego de Pelota debe corresponder al periodo Clásico Terminal o Posclásico Temprano, entre finales de los años 800 y principios de 900 d.C. A su vez, la arqueóloga Mendicuti Pérez detalló que el monumento se encontró en posición invertida, a 58 centímetros de la superficie, lo que sugiere que formó parte del muro este del arco mencionado, y su posición final se debió al derrumbe del mismo.
Asimismo, detalló que se trata de un disco compuesto por roca de origen sedimentario, reconocida por la geógrafa Arlette Herver Santamaría. En cuanto al estudio iconográfico y epigráfico, encabezado por el arqueólogo responsable, Santiago Alberto Sobrino Fernández, ha identificado a dos personajes ataviados como jugadores de pelota, de pie, frente a una pelota.
“El personaje a la izquierda porta un tocado de plumas y una banda que presenta un elemento en forma de flor, probablemente un lirio acuático. A la altura del rostro se distingue una voluta, la cual puede interpretarse como aliento o voz. El contrincante porta un tocado reconocido como ‘turbante de serpiente’, cuya representación se observa en múltiples ocasiones en Chichén Itzá. El individuo usa protectores de juego de pelota. La banda epigráfica se compone de 18 cartuchos con una fecha de cuenta corta 12 Eb 10 Cumku, la cual apunta, tentativamente, al año 894 d.C.”
El estudio de la pieza está por iniciar, y por el momento se atiende su conservación. En tanto, la restauradora de bienes muebles, Claudia Alejandra Mei Chong Bastidas, realizó la desalinización de la pieza con compresas de fibra de celulosa y una limpieza físico-química con agua destilada.
A su vez, el biólogo Luis Alberto Rodríguez Catana ha realizado el proceso de fotogrametría, con la finalidad de tener imágenes en alta resolución de los detalles de la iconografía y el texto glífico, para luego ser estudiados hasta en el mínimo detalle, finalizó el investigador.