Arqueólogos hallan inmaculada escultura de K’awiil: Dios del rayo y el fuego 

Fotos: inah.gob

Es la primera vez que se ha descubierto al dios K’awiil en México, ya que esta representación sólo había sido hallada en Tikal, Guatemala.

 

El dios K’awiil es una deidad polifacética que aparece en diversos complejos religiosos y cosmogónicos del maya temprano y que perdura hasta la llegada de los europeos, tanto en las Tierras Bajas del Sur, Centro y Norte como en las Tierras Altas de Guatemala.

De sus frecuentes representaciones se ha podido deducir que tiene una fuerte asociación con los fenómenos meteorológicos como el relámpago, la lluvia,  la fertilidad y abundancia alimenticia resultante. 

También se le asocia con otras deidades como Itzamná y Xaman Ek, y en diversos eventos de trascendencia mitológica recubren de especial complejidad sus condiciones, funciones, significados y valencias en el pensamiento religioso maya antiguo. Se ha representado en esculturas de cerámica y en murales con el pene o una pierna transformado en serpiente. En el Códice Dresde o el Grolier aparece con una nariz larga, bifurcada y llena de diferentes adornos, la cual nacía desde su frente.

El Dios K, el Dios de la nariz adornada, según la nominación de Paul Schellhas, fue descubierta por investigadores del INAH, durante las labores de salvamento arqueológico que realiza en el Tramo 7 del proyecto Tren Maya, el cual corre de Bacalar, en Quintana Roo, a Escárcega, en Campeche. Este hallazgo fue dado a conocer recientemente como parte de una urna, en cuyo cuerpo muestra el rostro de una deidad, posiblemente, solar, y en la tapa, la cabeza del dios K’awiil.

La importancia de este hallazgo radica en que hay pocas representaciones del dios K’awill; y hasta el momento, solo conocemos tres en Tikal, Guatemala, y esta es una de las primeras que aparece en territorio mexicano. Aunque esta deidad está representada en pinturas, hachas votivas y relieves, así como en los códices Dresde y Maya de México, antes llamado Grolier, y no es frecuente que aparezca como figura en tres dimensiones.

Las tareas de supervisión arqueológica que que van de Palenque, Chiapas, a Tulum, Quintana Roo, siguen dando mucho trabajo para los arqueólogos que se dedican a recopilar, limpiar los materiales, clasificarlos, ordenarlos, sistematizar la información de los materiales y los registros georreferenciados de cada uno de los vestigios encontrados en la ruta ferroviaria.

Todo este trabajo debe dar lugar al análisis de la vasta información, la elaboración de informes académicos y a un gran simposio internacional de investigación sobre la civilización maya, misma que nutrirá el devenir de las culturas mayas mesoamericanas, por lo menos, en los próximos 25 años.

 Asimismo, una vez concluidas las tareas de salvamento arqueológico en las obras del Tren Maya, buena parte de las y los arqueólogos se deberán sumar a las acciones que se llevan a cabo en 26 sitios arqueológicos adyacentes a la ruta del Tren Maya. Ichkabal, ubicada en el municipio de Bacalar, al sur de Quintana Roo, la cual no está abierta al público será atendida y se prevé que sea para agosto de 2024.