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El tiburón blanco se encuentra en peligro de extinción y esta prohibición desea preservar la especie.
Nadar con tiburones era una actividad muy practicada para los visitantes de la Isla de Guadalupe, pero debido a “las malas prácticas” que se llevaban a cabo en el lugar, el Gobierno Federal dio por terminadas todas las excursiones para bucear entre tiburones blancos.
Los turistas que quieran sumergirse en una jaula para interactuar con tiburones blancos ya no podrán hacerlo en territorio mexicano. Esto tiene el objetivo de proteger a visitantes, especies y su hábitat, según un comunicado de la Secretaría de Medio Ambiente, puesto que el tiburón blanco se ha visto dañado a lo largo de los años por el uso de jaulas y de carnada que se utiliza para atraer a los animales.
Muchas de las empresas que ofrecen este tipo de experiencia lo hacían sin cumplir todas las normas, por ejemplo, los barrotes de las jaulas estaban más separados de lo permitido o utilizan carnada, a pesar de que esto último esté prohibido.
A pesar de que la Isla de Guadalupe es un Área Natural Protegida y prácticamente despoblada, es una zona donde se ejerce la pesca deportiva. Pero con la finalidad de proteger la flora, la fauna y en general la alta biodiversidad de la zona, se le dijo adiós a la actividad de nadar con tiburones blancos en la Isla de Guadalupe.
La Isla de Guadalupe ofrecía esta experiencias inmersivas dirigidas al turismo extranjero principalmente con la intención de interactuar “cara a cara” con los superdepredadores del Pacífico. Pero como los tiburones blancos de la Isla de Guadalupe no son bienes de consumo, hay que protegerla ya que es una especie que figura en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Además, los mares no tienen millones de “superdepredadores”, a pesar de que han estado en los mares desde millones de años antes que los seres humanos. Aunque habrá turismo en la Isla de Guadalupe, ya no será posible realizar este tipo de actividades recreativas.
Es que cuando los tiburones forcejean con los barrotes para atrapar el cebo, muchas veces resultan heridos en las branquias y el abdomen. Mientras tanto, los seres humanos que consumen este tipo de experiencias se convencen a sí mismos de que han logrado una hazaña imposible: alimentar con la mano a una bestia marina indómita.
Los tiburones son animales de al menos 5 metros de largo, que nada a 15 kilómetros por hora, un ser humano no tendría oportunidad de escapar de no estar encerrado en una jaula de acero. Aunque la nueva norma ha dejado fuera del mercado a las empresas que se dedicaban a ofrecer este tipo de experiencias, el gobierno mexicano se mostró firme en la decisión.
Se espera que la especie se preserve al eliminar las redes de pesca industrial, las heridas dolorosas por turistas descuidados, y al ruido de embarcaciones.
