Este tramo del Ferrocarril Mexicano ya es una Zona de Monumentos Históricos 

Fotos: INAH

Son 355 hectáreas, cinco inmuebles y dos conjuntos los que han sido declarados Zona de Monumentos Históricos.

 

En 2022 se cumplieron 150 años de la inauguración del Ferrocarril Mexicano, una de las primeras líneas ferroviarias de América Latina, con casi 425 km de largo conectando la costa del Golfo con el altiplano de México. El Ferrocarril Mexicano inicialmente impulsó el sector agropecuario, pronto se convirtió en un transporte de carga y, más tarde, de pasajeros entre el puerto de Veracruz, Puebla y la Ciudad de México. 

Sin duda fue un transporte que trajo muchos sueños de progreso económico y social y a la fecha, el Ferrocarril Mexicano sigue escribiendo historia. Sobre todo con esta Declaratoria de la Zona de Monumentos Históricos (ZMH) del Trazo del Ferrocarril Mexicano, en su tramo Sumidero-Fortín de las Flores, en los municipios de Ixtaczoquitlán y Fortín, en la zona central montañosa del estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.

Esta Declaratoria ya fue publicada en el Diario Oficial de la Federación y emitida en un boletín oficial de l a Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con lo que se da inicio de oficio al procedimiento para dicho trámite. 

De acuerdo con el plano de delimitación realizado por el INAH, la ZMH abarca una extensión de 355 hectáreas, donde se conservan cinco inmuebles y dos conjuntos con valor histórico. Se destaca el conjunto ferroviario que considera la estación de ferrocarril de Sumidero, la Casa del Guardapuente, el puente de Metlac, la estación Fortín de las Flores y los túneles 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9, construidos entre los siglos XVI al XIX.

Se emitió la declaratoria ya que la ruta México-Veracruz del Ferrocarril Mexicano fue de gran relevancia política y económica para todo el territorio nacional. De hecho, el ferrocarril se construyó en la misma ruta que transitaron comerciantes, recaudadores de tributos, soldados, gobernantes y sacerdotes de la época prehispánica.

Tras la invasión española, en esos mismos caminos pasaba la plata de la Nueva España y las mercaderías del comercio sevillano, así como los nuevos inmigrantes europeos que se dirigían a establecerse en el Valle de Anáhuac. 

En el siglo XIX creció el interés de tener locomotoras y construir caminos de hierro, siendo el 1 de enero de 1873, que salió de Buenavista el tren inaugural de la línea completa del Ferrocarril Mexicano, en el que viajó el entonces presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejada.

Esa línea fue de gran importancia para el país, y el trazo de la vía adquirió un sentido comercial para los productos que llegaban al puerto de Veracruz y llegaban a la Ciudad de México: el primer mercado de consumo del país por su importancia política y administrativa, y por su gran número de habitantes.

Entre las estaciones Sumidero, en Ixtaczoquitlán, y Fortín de las Flores se encuentra el antiguo puente de Metlac, una de las obras civiles más importantes del siglo XIX, el cual significó la imposición del progreso ante la naturaleza, además, por la belleza de su entorno sirvió como inspiración del artista José María Velasco. Pero fue en 1970 cuando el puente de Metlac comenzó a presentar serios problemas de estabilidad, lo que obligó al Estado a construir una vía adicional con un trazo diferente. Así, cuando la tecnología lo permitió, la histórica construcción fue sustituida por un puente moderno y recto.

Además del citado puente, en dicho tramo de la vía férrea se conservan siete túneles, dispuestos estratégicamente a lo largo de la barranca; dos estaciones de ferrocarril y múltiples elementos de infraestructura ferroviaria, tales como muros de contención, terraplenes, postes de telégrafos y señalamientos.