Monumento a la Raza: del abandono a Patrimonio Cultural Material de la CDMX

Foto destacada: Mario Roberto Durán Ortiz

En caso de que el Monumento a la Raza sea Patrimonio de la CDMX, también preservará una gran obra del norte de la Ciudad. 

 

El monumento a la Raza se creó con forma de pirámide, para celebrar nuestro pasado prehispánico. Mide 50 metros de altura y tiene una plataforma de pedestal que marca el paso hacia el norte de la CDMX, sobre avenida de Los Insurgentes. Pero debido a su mal estado y abandono, además, con el propósito de preservar este gran monumento, se ha propuesto que sea declarado como patrimonio cultural de la CDMX, para garantizar su mantenimiento.

Gabriela Salido Pulido, diputada en el Congreso de la Ciudad de México, invitó a la Secretaría de Cultura para que sumen este monumento dentro de la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, y que se comience el trámite para la Declaratoria de Patrimonio Cultural del Monumento a la Raza, con el objetivo de que se garantice el mantenimiento.

De hecho, la estación del Metro La Raza lleva la silueta de este monumento como logotipo. El monumento presenta placas de bronce con relieves y un águila metálica en el acto de devorar una serpiente sobre un nopal, esculpida por el escultor francés Georges Gardet (1863-1939). Del águila, originalmente estaba previsto que estuviera coronando la cúpula del congreso mexicano, pero al estallar la Revolución mexicana se decidió cambiar su localización, de ahí que los leones que hubieran presidido las escalinatas están ahora a la entrada del Bosque de Chapultepec, y el águila está en la punta de este monumento.

Debajo del águila se hallan varios relieves de Jesús F. Contreras, representando los tlatoanis de la Triple Alianza más un relieve de Cuauhtémoc. De los cuatro existen réplicas, que se hallan en el Jardín de la Triple Alianza. Las cuatro caras de la pirámide tienen paramentos lisos inclinados en el eje central, entre dos alfardas.

El proyecto arquitectónico es del ingeniero Francisco Borbolla; la realización, así como los dos grupos escultóricos corresponden al arquitecto Luis Lelo de Larrea. Es un monumento que se concluyó en 1940 y en los últimos años, ha sufrido daños por la erosión,  falta de mantenimiento además de ser victima constante de grafitis en la parte inferior del monumento. 

Y como no forma parte de las autoridades de la ciudad, ni del Instituto Nacional de Antropología e Historia; no es posible llevar a cabo un plan de rescate o restauración del monumento. Así que en realidad es un llamado de auxilio, para recuperar una obra que ya está prácticamente en abandono; pues la fuente no funciona, sumado a que la cabeza de Quetzalcóatl que tiene la base colocada al pie de la fuente sur que se encuentra rota.

En caso de no rescatarse la obra del abandono, se vuelve una pieza que afecta al paisaje urbano de la ciudad, impacta en el aprovechamiento del espacio público capitalino y es lamentable que se tire el trabajo de los artistas. 

Y como actualmente la zona de Insurgentes Norte se encuentra en proceso de remodelación y mantenimiento, y al ser una de las avenidas principales de la capital del país, es necesario que se le dé una remodelación completa, incluyendo los monumentos, centros de convivencia y elementos del paisaje urbano que se encuentran en ella.

Esperemos que se generen todas las condiciones para que este monumento de la ciudad cuente con el mantenimiento necesario, para que podamos verla de nuevo con su esplendor, y se sume a la parte de nuestra historia y cultura de la CDMX. Si deseas ver el Monumento a la Raza, aquí te dejamos toda la información.

Monumento a la Raza

Dónde: Av. Insurgentes Nte. 280, San Simón Tolnahuac, Cuauhtémoc, CDMX.

Cuándo: 24 x 7

Entrada libre