El Machu Picchu mexicano es una zona arqueológica con una vista sublime en Querétaro

Foto: INAH Lugares

El Machu Picchu mexicano se encuentra muy cerca de la CDMX y es un buen lugar para conectarse con la naturaleza.

 

Cuando los conquistadores llegaron al paraje más alto de lo que ahora es el municipio de San Joaquín, enclavado al suroeste de la Sierra Gorda queretana, encontraron un paraíso rodeado por barrancas y la construcción de una ciudad con un patrón cultural peculiar, y muy cerca de ahí encontraron una laguna llena de ranas.

Pero lo más peculiar fue la arquitectura del lugar, el estilo cerámico y algunas prácticas culturales singulares que llevaban a cabo los habitantes, quienes planificaron esta ciudad para un mejor aprovechamiento del terreno con más de 180 edificios, incluidos dos lugares para el juego de pelota.

Esta zona arqueológica se fundó en 1622, al principio fue el Paraje de las Ranas, pues fue el nombre asignado por Bartolomé Ballesteros en 1872 (según el Sistema de Información Cultural) después fue conocido como San Nicolás Tolentino, y se dice que los habitantes la conocen como La ciudad, y hoy en dia se le llama “El Machu Picchu mexicano

Se le puso este nombre cuando los trabajos de mantenimiento, restauración e investigación en la zona arqueológica de 1975, y que  continúan hasta la actualidad, fueron más concienzudos, además de que no se sabía bien el gran tamaño de la zona arqueológica. Además, se le conoce como el Machu Picchu mexicano porque el sitio está precisamente entre montañas, encima de un cerro y con vistas extraordinarias.

Este lugar fue un centro ceremonial chichimeca, y el punto estratégico que permitía controlar los accesos a la gran diversidad de recursos ecológicos y minerales de la región que vivieron con un modo de sustento mixto. 

Además de visitar la zona arqueológica Las Ranas, puedes aprovechar tu estancia para conocer San Joaquín; un pueblo lleno de historia que ofrece una gran diversidad turística, riqueza cultural, gastronomía y paisajes naturales impresionantes, reconocido por su pasado minero, la Cuna del huapango y el Concurso Nacional de Huapango.

Además de la zona arqueológica, podrás degustar barbacoa de borrego, cerdo en salsa verde con nopales, chicharrón de res, mole y tamales. Si quieres un postre, hay ates, dulces de calabaza o de chilacayote, además de licores de fruta, principalmente de durazno y manzana. Las artesanías típicas no pueden faltar. 

También encontrarás las Cascadas Maravillas, Cascada y Pinturas Rupestres “El Durazno”, Gruta de los Herrera, Iglesia Parroquial, la Glorieta “Piedra Redonda”, Mirador La Crucita, Museo Arqueológico y Minero, parque Nacional Campo Alegre y su plaza y templo principales.

Es un lugar que ofrece paisajes naturales impresionantes, muchas rutas coloridas para hacer senderismo, montañas, pinos y un aire limpio. 

Zona arqueológica Las Ranas

Dónde: a 3 km de San Joaquín, Querétaro, Qtr.

Cuándo: lunes a domingo de 09:00 a 17:00

Cuánto: $70 

Domingo entrada gratuita.

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