Foto: Memoria del mundo
El Opera medicinalia es el libro de medicina más antiguo impreso en México con mil historias detrás.
El Opera medicinalia es un libro escrito por Francisco Bravo y publicado en 1570 con muchos motivos para hablar de él. El primero de ellos es que es el libro de medicina más antiguo impreso en México; el segundo es que su existencia pasó inadvertida durante mucho tiempo y, finalmente, porque la historia del libro en sí es fantástica. El Opera medicinalia es un libro único en su género, ya que cuenta con grabados de plantas y esquemas del cuerpo humano, siendo una pieza singular de la época colonial en México.
Este conjunto de obras fueron escritas por el médico sevillano de la Nueva España, Francisco Bravo. Es el primer libro de medicina impreso en América Latina y en el mundo. Sólo hay tres ejemplares: dos en Nueva York, de los cuáles uno está incompleto, y el otro se encuentra en la hermosa Biblioteca Histórica José María Lafragua de la BUAP, en Puebla.
Es un libro tan raro, que de hecho fue ignorado más de dos siglos; a pesar de ser único en su género y una pieza de la historia de la edición colonial. En el siglo XIX se tuvieron noticias de dicha publicación en una subasta realizada en París, Francia, hecho que marcó el inicio de su redescubrimiento gracias a la labor de historiadores y filósofos.
Y para saber un poco más de la historia, el historiador Rodrigo Martínez Baracs escribió todo un libro sobre este libro, porque en realidad tiene una vida agitada e intrincada. Además, de esto, dice el historiador, no solo se trata del “descubrimiento y estudio del Opera medicinalia; quedan cartas, papeles y libros por encontrar, leer y releer.”
Y es que el libro en sí tiene muchos “misterios y enigmas desde la portada, con fecha de 1549, tomado de una Biblia Vulgata francesa fechada en 1545, y también el del origen de la burla bibliográfica de la omisión de la fecha 1570, hecha en 1570 o en 1862. El de los motivos profundos del juicio inquisitorial de 1571-1574 contra el impresor Pedro Ocharte y el grabador Juan Ortiz, franceses ambos”, revela el investigador.
El robo de la Opera Medicinalia
Otra parte de la historia es que el 28 de diciembre de 1958, el profesor y poeta Antonio Esparza Soriano, director de la biblioteca Lafragua del antiguo Colegio del Estado (hoy BUAP) en esa época, fue acusado como presunto responsable del robo de la Opera Medicinalia y otros valiosos libros del patrimonio universitario.
El Opera Medicinalia desapareció de un estante especial, en el que se guardaba junto a otras obras bibliográficas valiosas, que solo eran mostradas a personas ilustres o a solicitud de investigadores. El detective Fernando C. Bonilla, a cargo de la investigación del robo, aseguró que los libros contenidos en ese estante carecían de seguridad y eran fácilmente sustraídos.
Como sea, el poeta fue denunciado por el entonces rector de la máxima casa de estudios, el doctor Manuel S. Santillana. El poeta, en su defensa, dijo que querían convertirlo en chivo expiatorio de algo que no cometió y que le fue imputado para ocultar los malos manejos de la autoridad educativa que estaba detrás de eso, por lo que recurrieron a un juez de Distrito en demanda de amparo contra el auto de formal prisión decretado en su contra para demostrar ante la justicia federal su inocencia en los hechos que falsamente se le atribuyeron.
A pesar del debate, el ministerio público y sus investigaciones, consideraron que había elementos suficientes para señalar al poeta como presunto responsable en el saqueo literario cometido en la biblioteca. Pero, dos meses antes de que se le dictara auto de formal prisión a Esparza Soriano, la Opera Medicinalia fue recuperada.
Mediante un comunicado, la Universidad Autónoma de Puebla informó que la Opera Medicinalia sería reintegrada al patrimonio cultural de la máxima casa de estudios gracias a la firma Rarum Books Room Harper, de la ciudad de Nueva York; que casualmente tenía una copia.
El libro fue devuelto al consulado mexicano, por un coleccionista judío que lo tenía en venta en su tienda. Eso se dijo en un comunicado firmado por el rector y enviado a toda la comunidad educativa del antiguo Colegio del Estado, en aquella época. Aunque, en esa época, el libro fue cotizado en el mercado bibliográfico neoyorkino con un precio de 10 mil dólares.
Por supuesto es un libro que no cualquier persona puede leer, ver ni tocar. Pero sí puedes visitar la hermosa Biblioteca de la Benemérita de Puebla.
Biblioteca Histórica José María Lafragua de la BUAP
Dónde: Juan de Palafox y Mendoza 407, Centro Histórico Puebla.
Cuándo: lunes a viernes de 09:00 a 17:00
Entrada libre.