Foto destacada: Arlette Gordian/Ruta Mágica Fotos Mediateca Inah
Se cree que en esta ciudad hubo 7,500 unidades habitacionales, y solo se conoce el 2% de toda su extensión.
En todos los Estados de la República Mexicana hay por lo menos una zona arqueológica. Hay sitios imponentes como Chichén Itzá, Teotihuacán, hay lugares que han sido declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, además de que contamos con la pirámide más grande del mundo en Cholula, y muchos detalles más.
Pero esta zona arqueológica es enorme, es muy singular y en realidad es poco visitada, a pesar de ser la más grande de México. Te estamos hablando de Cantona, en el hermoso Tepeyahualco, ciudad de Puebla: la zona arqueológica más grande de México.
Cantona se encuentra en el Valle de Serdán, al noreste de Puebla, entre Tepeyahualco y Cuyoaco; aunque también es conocido como los Llanos de San Juan. Frente a este sitio se observa el Cerro de Pizarro, un volcán extinto que se levanta a 3,080 metros sobre el nivel del mar. Una de sus erupciones fue responsable de crear el malpaís (campo de lava seca) sobre el que se edificó Cantona: una superficie escabrosa y semiárida.
Este lugar se encuentra casi en la frontera con Veracruz, cerca del Cofre de Perote, la octava montaña más alta de México con una altura de 4,282 metros por encima del nivel marino. Así que por donde lo veas, es un lugar maravilloso.
Se cree que los antiguos habitantes de Cantona fueron comerciantes de artefactos de obsidiana, ya que tenían yacimientos de Oyameles-Zaragoza, y hoy en día, el Estado cuenta con una producción donde se conocen poco más de 350 talleres estatales.
Cantona no se menciona en fuentes históricas. Fue abandonada 500 años antes de la llegada de los colonizadores hispanos y hoy en día se ha explorado y habilitado buena parte del centro cívico y religioso principal, algunas calles, plazas cerradas con pirámides y seis juegos de pelota, así como unidades habitacionales tanto para la élite como populares.
Lo más especial de Cantona se encuentra en la Plaza Oriente o Pirámide del Mirador, los conjuntos arquitectónicos y desde el Conjunto de Juego de Pelota 5, es posible contemplar el extremo poniente de la Acrópolis. Cantona tuvo que adaptarse al accidentado entorno conformado por roca volcánica, razón por la que sus construcciones son, en gran medida, asimétricas; característica poco común en Mesoamérica.
Se dice que es la zona arqueológica más grande porque se calcula que llegó a tener 7,500 unidades habitacionales, aunque solo se conocen 2,700 en la parte sur. Se han registrado 453 hectáreas que fueron parte de la ciudad, pero solo 2% han sido descubiertas. Ninguna otra zona arqueológica abarca tanto espacio.
Además, Cantona sigue siendo un misterio para los antropólogos: no se tiene claro qué cultura habitó (se sospecha que olmeca-xicalanca, teotihuacano y totonaco) y no se cuenta con registros, salvo que aquella migración ocurrió luego de numerosas invasiones chichimecas.
Hoy en día puedes visitar el museo y observar distintos objetos de la vida diaria como ollas, cuchillos, navajas, piedras de molienda, herramientas y hasta restos humanos y de animales que sirvieron de alimento u ofrenda. La exposición permanente aborda tres temas: la ciudad, la obsidiana y la cosmovisión de sus habitantes.
Cantona, Zona Arqueológica más grande de México
Dónde: Carretera Tepeyahualco-Xonacatlán km 7.5, entre municipios de Tepeyahualco y Coyoaco, Puebla., a 3 horas desde la CDMX.
Cuándo: martes a domingo de 10:00 a 17:00 hrs.
Cuánto: $90 incluye la entrada al museo de sitio.
Domingo entrada libre mexicanos.