La mujer de 72 años que creó un hospital de colibríes en su propia casa de CDMX

Fotos e información: Mario Gúzman/EFE

Con el cuidado que Catia Lattouf le brinda a los colibríes, también atiende a todo un ecosistema.

 

Catia Lattouf tiene un amor tan profundo por los colibríes, que ha llegado a cuidar hasta 50 de ellos en su propia casa. Se encarga de colibríes heridos y huérfanos, no solo porque sean aves míticas con un poderoso significado en nuestra cultura maya, sino porque la gran importancia que tienen en nuestro ecosistema. Así fue que Lattouf habilitó su departamento para cuidar de ellos, desde hace muchos años, aunque recientemente es que ha ganado popularidad gracias a las redes sociales. 

Lattouf de Arída vive en la zona de Polanco, CDMX, y desde hace 11 años rescata y cuida a colibríes en su departamento habilitado como “hospital” para estas dulces aves. La mujer de 73 años, busca honrar a la vida y a la naturaleza al brindar su ayuda a estas aves místicas que son tan apreciadas.

“Para mí, el respeto a la vida animal ha sido desde pequeña, porque yo fui boy scout. Es una cosa que quedó incrustada en mí”, dijo Catia Lattouf en una entrevista para EFE. Asimismo, esta gran amante de los animales y las plantas superó el cáncer de colon hace una década, y a partir de ese momento ha dedicado su vida a rehabilitar a los chupamirtos que llegan a ella.

Aunque crear este pequeño santuario para colibríes no ha sido fácil, aquí llegan los colibríes, algunos de ellos moribundos, donde son examinadas, curadas y rehabilitadas por Catia y su asistente, Cecilia, quienes las cuidan hasta que pueden volver a volar por sus propios medios.

Este hospital también es un refugio para aves que no logran recuperarse, y nunca más pueden volar, por lo que habilitó un espacio donde reciben la atención pertinente hasta que mueren. “Ningún colibrí se mueve sin despedirse de mí, entonces toda la noche no pasa nada pero en la mañana, lo veo, lo agarro en mi mano, me ve, agoniza y se va, muere en mi mano”, asegura.

Cuando empezó a rescatar colibríes justo en medio de su lucha contra el cáncer cuando llegó a ella Gucci, un colibrí bebé que una señora encontró en la calle lastimado y con el que, tras su cuidado, empezó a tener una conexión especial.

Aunque no sabía nada de colibríes, contactó a un amigo veterinario que le fue explicando todo lo que necesitaban estas aves, los medicamentos que debía proporcionarles, la comida que debía darles y en general todos los cuidados. “Aprendí a cuidar los colibríes, investigué, hablé con biólogos en el mundo y sabían mucho de colibríes”, asegura.

Lattouf es una mujer libanesa de 73 años; pero conoció a un mexicano que estaba de viaje por el Medio Oriente. Aunque el mexicano tenía 44 años y ella tan solo 22 años, se enamoraron. Es una mujer que estudió en la École des lettres en Líbano y luego en la Sorbona, en París

A lo largo de los años, fue aprendiendo más y ahora tiene buena fama como rescatista de colibríes; al grado de que incluso los jóvenes que ecnuentran algún colibrí en la calle se lo llevan para que cuide y, al ver todos los cuidados y experiencia que tenía, hicieron un video que se viralizó en TikTok.

Hoy hasta hago coaching a Perú, a Guatemala, a Argentina, a Chiapas, a Monterrey. Me dicen ‘encontré un colibrí ¿qué hago?’ Entonces lo tomo como consulta, via WhatsApp le doy consulta al colibrí, si está estrellado, si es bebé (les digo) qué ponerle abajo, cómo arreglar el palo, la caja, el sol, la alimentación hago el coaching y muchos de ellos sobreviven”, dice contenta.

Catia se apoya además en “Terraza Colibrí”, un lugar en el sur de la Ciudad de México a donde llevan a las aves rehabilitadas por ella y las liberan. Con esto, también busca crear conciencia de la importancia de los polinizadores; porque si bien el principal objetivo de Catia es rescatar y rehabilitar a la mayor cantidad de colibríes que le sea posible, para ella el mensaje más crucial es hacerle entender a la gente la importancia de estas aves en el ecosistema.

Asimismo, porque los colibríes se encuentran en peligro de extinción, ya que hay muchas personas que creen en rituales que los mantienen en cautiverio. Pero esto es sumamente falso; de hecho el colibrí “es un gran polinizador” en el planeta, y si llegan a faltar, más del 2 por ciento de la población mundial sufriría las consecuencias, ya que esta especie poliniza más que las abejas, los murciélagos y las mariposas.