Fotos: INAH
En todo el mundo se han descubierto dos huevos fósiles de este tipo, y el de México es el segundo.
A pesar de las enormes críticas que ha tenido la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y la de del Tren Maya; nadie duda que ha dejado una enorme cantidad de recursos arqueológicos. Quizá la mayor cantidad de la historia en el mundo.
De hecho, la riqueza del yacimiento paleontológico de Santa Lucía, sigue dando sorpresas. Científicos del INAH, han dado a conocer los resultados del estudio de un huevo fósil de flamenco, probablemente de entre 12,000 y 8,000 años antes del presente, descubierto en excepcional estado de conservación, siendo el primero de esta familia biológica que se localiza en América y el segundo hallazgo a nivel mundial.
El huevo fósil se halló en el sitio M-31 del yacimiento paleontológico, aproximadamente a 31 centímetros de profundidad, dentro de arcillas y raíces mineralizadas, además de sedimentos lacustres depositados en el paleolago de Xaltocan.
Esto demuestra la presencia de flamencos fósiles en América del Norte, y es un descubrimiento tan notable que se puede rastrear la historia evolutiva del flamenco americano, que se distribuye en América del Sur, el Caribe y la península de Yucatán; en Estados Unidos esta especie se halla en Florida y la costa norte del Golfo de México.
El hallazgo de este huevo fósil en Santa Lucía, también permite saber más sobre la presencia de un lago poco profundo y de alta salinidad que existió en esta zona en el llamado Pleistoceno-Holoceno; es decir, que podría tener una antigüedad de entre 8,000 y hasta 33,000 años antes del presente. Asimismo, los estudios permiten conocer las temperaturas, precipitaciones y condiciones de salinidad que existieron en el lago Chalco hace 12,000 y 8,000 años antes del presente, lo que indica a los científicos que el huevo fósil de flamenco, probablemente, perteneció a ese periodo.
Este huevo fósil mide 93.491 milímetros de largo y ancho máximo de 55.791 milímetros; tiene forma alargada, con ambas puntas agudas y sin patrón de manchas o inmaculado en la cáscara. Para determinar qué tipo de huevo es, se realizó un estudio comparativo con diferentes huevos de diversas aves, y comparando longitud, anchura, forma, patrón de la cáscara.
Así fue posible determinar que el huevo fósil de Santa Lucía pertenece a un grupo de aves acuáticas de América del Norte y América Central, como el pelícano blanco americano, ganso blanco, ganso de Canadá, alca gigante, arao común, cisne de la tundra y colimbo común, así como con la grulla canadiense. Pero la mayor coincidencia fue con los huevos de los flamencos (Phoenicopteridae).
Y a pesar de que el registro fósil de esta ave en México se ubica solo en el centro del territorio: existen registros de huesos fósiles de flamencos en Tocuila, Tepexpan y Chimalhuacán, localidades cercanas a Santa Lucía. Otros registros de huesos fósiles de flamencos de ese mismo periodo están en San Marcos y Chapala, Jalisco, y el más antiguo corresponde a la impresión de un esqueleto de flamenco del Plioceno-Pleistoceno, en Pie de Vaca, Puebla.
No obstante, el hallazgo de este huevo fósil en el yacimiento de Santa Lucía es el primero en nuestro continente. Antes de este hallazgo, solo se conocía el registro de cinco huevos de flamenco en España, documentado como el único registro de huevos fósiles de flamencos en el mundo.
Así que el descubrimiento del huevo fósil de Santa Lucía confirma que los flamencos formaron parte de los paisajes lacustres del Centro de México, y que los lagos que conformaron la Cuenca de México sufrieron una cantidad importante de cambios, posiblemente, por la influencia ambiental derivada de las glaciaciones y la intensa actividad volcánica.
Esta investigación es el punto de partida para una serie de estudios más detallados, que dan pauta a analizar la estructura y la morfología del huevo, y efectuar diversos análisis geoquímicos, de ADN antiguo y proteínas, para precisar su relación con otras especies vivientes y extintas de flamencos. Si deseas conocer los detalles exactos de este gran descubrimiento, te dejamos con el artículo “La primera aparición en América del huevo fósil de Phoenicopteridae y sus implicaciones paleobiogeográficas y paleoambientales”, de la revista internacional de paleobiología Historical Biology.