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El Templo de San Sebastián cumple 500 años y fue uno de los lugares más visitados en la antigüedad.
El Templo de San Sebastián, es uno de los más interesantes de la CDMX, por varias razones que te explicaremos aquí. Primero, se caracteriza por ser una de las pocas iglesias de la ciudad que conserva un sistema estructural de madera. Su nombre es Parroquia de San Sebastián Atzacoalco, y fue edificada en lo que alguna vez fue la casa de infancia de Moctezuma, tlatoani de Tenochtitlan.
Hoy en día se encuentra a unas cuantas calle del Barrio de Tepito, y aunque parece una iglesia sobria, antaño fue un santuario a donde acudían las personas que cagaban causas difíciles y desesperadas.
Frente a esta iglesia se encuentra la Plaza Gregorio Torres Quintero, qué, al igual que la iglesia, sigue siendo un lugar más o menos desconocido y poco concurrido hoy en día, a pesar de tener una vieja casona, una torre de reloj inconclusa, un curioso campanario, y, se dice, que un panteón desaparecido.
En cuanto al templo de San Sebastián, se fundó por franciscanos en el siglo XVI; fue una capilla de indios y en el siglo XVII se llevó a cabo una ampliación que la convirtió en parroquia. Sus cimientos son de 1531, así que es una de las Iglesias más antiguas de la CDMX.
Asimismo, es la parroquía de Atzacoalco, uno de los sectores de Tenochtitlan en donde se dice que nació Moctezuma I; albergaba muchas zonas verdes, de cultivo y caza. Atzacoalco significa “lugar donde llega el agua” en náhuatl y a la llegada de los españoles, este destino se convirtió en San Sebastián Atzacoalco.
Esta parroquia recuerda a los antiguos barrios y esta capilla de indios, tiene mucha historia. Recientemente se inauguró el Museo de Sitio de “San Sebastián Atzacoalco. 500 años de la presencia Franciscana”, que muestra los primeros pasos de la Evangelización en México.
La devoción a San Sebastián fue arraigada en la Nueva España, ya que miles de personas le pedían para superar pandemias, enfermedades, y la mortandad que se dió desde 1520 y todo el siglo XVI; así que a este lugar llegaban las personas que buscaban cura milagrosa para su salud y refugio.
Otra de las cosas que caracteriza al templo, es que se pueden apreciar tres figuras de San Sebastián; una un hombre blanco, otra un indígena y la que se encuentra en el altar mayor. Es la mezcla que hace esta cultura compleja que llamamos México o lo mexicano.
Con la creación del museo, se pudo rescatar el archivo histórico parroquial, el arte sacro, documentos y fotografías de la historia arquitectónica de una de las parroquias más antiguas. No obstante, al estar en una zona comercial con mucho tránsito, hay pocos feligreses que acuden a la iglesia. Es por eso, que hacer de la capilla de San Sebastián Mártir un museo, es posible reconocer las raíces prehispánicas, hispánicas y mexicanas. En este museo encontrarás cinco salas, para conocer antecedentes arqueológicos de Atzacoalco, la casa de infancia de Moctezuma; la vida de San Sebastián, y mucho más.
Los 500 años de la presencia de la franciscana, también cuenta con archivo histórico del barrio de San Sebastián Atzacolco, y podrás conocer más sobre el claustro, al Hospital de Indios, la casa parroquial y la historia del templo que sirvió de templo, convento, noviciado, escuela y centro de administración de los sacramentos.
Así que si deseas conocer más sobre los 500 años de los franciscanos en México, su doctrina y su relación con la cultura indígena; este es el lugar ideal. Además, ellos fueron los que crearon los primeros diccionarios de español a náhuatl, crónicas y libros de historia.
Templo de San Sebastián, 500 años de franciscanos en México
Dónde: República de Bolivia número 46, esquina Rodríguez Puebla, en el Centro Histórico. Frente a la Plaza Gregorio Torres Quintero.
Cuándo: de martes a domingo de las 10:00 a 17:00 horas.
Entrada libre