Foto destacada: INAH
El salvamento arqueológico de la zona maya marca una nueva era para la disciplina y conocimiento en el país.
A mediados de los años 90, las ciudades prehispánicas de Uxmal, Kabah, Sayil y Labná fueron inscritas en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, ya que representan uno de los asentamientos más importantes de la cultura maya por la grandeza de sus monumentos y la riqueza de su arquitectura,
Ya son 25 años de esta distinción de la Unesco, pero ni siquiera en esa época los descubrimientos prehispánicos nunca había sido tan fructíferos como lo han sido en los últimos 5 años, con una cantidad de piezas halladas que, quizá, sea la mayor en el mundo.
Esto se debe a los proyectos de salvamento arqueológico y Proyecto de Mejoramiento de las Zonas Arqueológicas (Promeza), que forman parte del Tren Maya, que ha tenido eventos de gran magnitud como el más reciente llamado, “Recuperación de la memoria y la grandeza de la civilización maya”.
Fue un encuentro con más de 450 especialistas, entre arqueólogos, antropólogos, restauradores, topógrafos, ingenieros, arquitectos, geógrafos, geólogos, urbanistas y biólogos, que se dieron cita en El Castillo de Chichén Itzá, junto al titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto Hernández, y el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, y al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Fue en este acto, que el titular del INAH afirmó: “el instituto impulsa la mayor investigación arqueológica que se haya desarrollado en el área maya de Mesoamérica. No solo por su extensión y alcances, sino además por la cantidad de profesionales involucrados en el cuidado del patrimonio”.
Particularmente, destacó la participación de investigadores de base del INAH y de cientos de jóvenes especialistas, provenientes de instituciones de educación superior. Entre ellas, las universidades Nacional Autónoma de México, de Ciencias y Artes de Chiapas y De las Américas; las autónomas del Estado de México, San Luis Potosí, Yucatán y Zacatecas; así como las escuelas de Conservación y Restauración de Occidente, de Antropología e Historia del Norte de México, la Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, y la Nacional de Antropología e Historia.
Sobre todo, porque es gracias a los especialistas que al logrado cuidar, estudiar y preservar el patrimonio arqueológico, que se está escribiendo una nueva historia de la arqueología en México. Además, se han creado miles de registros arqueológicos, se han impulsado nuevas tecnologías, disciplinas, estrategia a gran escala, para preservar estas nuevas zonas.
En los últimos 5 años, se han hallado 53 mil 568 bienes inmuebles como estructuras y albarradas; un millón 111 mil 608 fragmentos de cerámica analizados, resguardados en laboratorios; 1 844 bienes muebles, entre metates, cerámica, lítica y figurillas así como 765 vasijas, 597 osamentas y 1 348 rasgos naturales como cuevas, cenotes y grutas asociadas a la presencia de grupos humanos y ritualidad de las culturas mayas.
Esta nueva historia de la arqueología en México, nos brindará nuevos conocimientos y valores, siendo el Gran Museo de Chichén Itzá un punto de encuentro para enlazar el conocimiento maya prehispánico y del hombre maya del siglo XXI.
En conjunto con esta celebración, se llevó a cabo la supervisión del recorrido del Tren Maya, del Gran Museo de Chichén Itzá y la apertura simbólica del conjunto arquitectónico Chichén Viejo o Serie Inicial; calificado como una maravilla que forma parte de las zonas arqueológicas más visitadas del mundo.