Foto destacada: Rural Ramírez Fan Club
La única camioneta 100% mexicana se llama Ramírez Rural 750.
En lo que va del siglo XXI, hemos visto la creación de diversas empresas mexicanas que han fabricado autos en el país, como es el caso de Giant Motors, DINA, Mastretta e Inferno Automobili en colaboración con una compañía italiana; pero en el siglo XX, tener un automovil hecho en México sí que fue una gran novedad.
La compañía Ramírez creó la camioneta Rural 75, la única camioneta mexicana que contaba con una gran producción. Lo mejor es que la camioneta Ramírez Rural 750, fue toda la idea de un mexicano, que comenzó desde el diseño y la fabricación en un periodo de 10 años de 1965 a 1975.
En realidad existe muy poca información, fotografías y datos sobre esta camioneta. NetMOTORS Garage y una fanpage de estas camionetas, han sido lo que ha generado datos, puesto que hoy en día es una camioneta coleccionable. Lo que se dice es que el dueño de la empresa Trailers de Monterrey, Gregorio Ramírez González, fue quien tuvo la idea y el dinero para comenzar la empresa.
La empresa se fundó en 1946 con un pequeño taller para reconstruir remolques de furgonetas secas. Más tarde se convirtió en una corporación más grande con una lista completa de productos en los que invitó a sus hermanos a participar y por la necesidad de hacer trabajos y pases en el campo, pero en aquella época se compraban Jeep o Bronco.
Todo inició en Nuevo León por la compañía Trailers de Monterrey, que ya hacía autobuses de pasajeros Sultana, a los que por mucho tiempo llamaron “reyes de las carreteras nacionales”, tenían doble piso y eran panorámicos.
En cuento a la construcción de la Ramírez Rural 750, la idea era hacer una camioneta que pudiera recorrer los terrenos campiranos. Así que la idea fue hacer un modelo similar, en cuanto a diseño y funcionalidad, a un Jeep y a la Bronco.
Los Jeep comenzaron siendo vehículos militares, así que desde el inicio estuvieron diseñados para ser amplios, moverse bien por diversos terrenos e incluso, para tener carburadores y un sistema de encendido diferentes. Las versiones de Jeep que comenzaron a tener una distribución sin fines militares, estaban diseñados para aplicaciones agrícolas, ganaderas e industriales, así que eran bastante austeros.
En cuanto a la producción de La Bronco, también fueron vehículos con multipropósitos, estaban disponibles con puertas opcionales, con o sin vidrio o marco, tenían asientos tipo banco con amplio espacio para tres personas y fueron camionetas que ofrecían gran capacidad de carga, estabilidad y maniobrabilidad de avanzada con hermosos diseños.
Así que la camioneta Rural 75 tenía una combinación de esas características, líneas similares a la Bronco, con la resistencia del Jeep, con el fin de tener una buena estética y que al mismo tiempo pudiera cumplir diversas funciones en todo tipo de terrenos agrestes.
La empresa solo hizo 1000 camionetas Ramírez Rural 750, a pesar de que todo apuntaba para que fueran un buen negocio. De las pocas Rural 750 que existieron, una quedó plasmada para la posteridad en un episodio del Chapulín Colorado. El legendario vehículo regiomontano fue operado en dicho capítulo por el Ramón Valdéz.
La Ramírez Rural 750 tiene espejos laterales, fascias y rines que se asemejan mucho a los de un tráiler o camión de grandes dimensiones, como los que hacía la empresa regiomontana en aquellos años. Contaban con un motor 225, de 6 cilindros, que fue fabricado por Automex, de 133 caballos de fuerza, con una capacidad de carga de 750 kilogramos, con una transmisión tipo manual, con 3 velocidades al frente y el 4×4. A diésel y gasolina.
También estaba orientada al trabajo de campo, al trabajo industrial, era un vehículo rudo, carente de diseño atractivo, con transmisión manual y palanca al piso para su tracción 4×4, era un monstruo para las labores pesadas en las siembras y en los terrenos más difíciles.
Hoy en día, la camioneta Ramírez 750 es una de las piezas que comprar los coleccionistas, su valor rebasa el medio millón de pesos en buenas condiciones y restaurada.