El sol devorado, ¿Qué significado tenían los eclipses para nuestros ancestros prehispánicos?

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El reciente eclipse nos permite hablar sobre la creencia de estas manifestaciones en las culturas antiguas.

 

Este 14 de octubre de 2023, el Sol, la Luna y la Tierra se alinearán formando un eclipse solar anular, el cual será visible en todo México, pero mucho más en la península de Yucatán, y altamente apreciado en las zonas arqueológicas de Campeche, como Jaina y Becán. Este suceso astronómico nos permite hablar más al respecto de las creencias de la antigüedad.

Sabemos que los mayas profundizaron increíblemente en la astronomía, podrían predecir hasta 55% de muchos fenómenos, y cuando se trata de eclipses no hay ninguna duda, son los mejores de las épocas pasadas. De hecho, tenían diferentes formas de nombrar a los eclipses, extremadamente poéticas: mordida del sol, mordida de la luna, Fuego o candela muerta, para el eclipse total de sol y apagarse o borrarse para el eclipse lunar.

Asimismo, se dice que durante los eclipses, los mayas hacían ruido para ayudar al astro en su tránsito: provocaban que los perros aullaran, o hacer todo tipo de ruido con objetos. Los eclipses eran tomados por algunos pueblos mayas como presagios de cosas malas, también se pensaba que las hormigas míticas Xibal atacaban al sol para comérselo.

Los mayas tzotziles concebían a los eclipses como enfermedad de los astros, utilizaban dos términos, el primero cha’k’ak’al, para el sol y cham’u para la luna, el término cham hace referencia a estar enfermo, adolecer o morir. Por otro lado, los Quichés se encerraban en sus casas y prohibían ver los eclipses, pues paralizan los ojos y provocan ceguera, también mirar la luna causaría enfermedades.

Es por eso que durante los eclipses se emplean diversos amuletos para cuidar o protegen el cuerpo o la energía, algunas mujeres embarazadas se colocan un pañuelo rojo atado a la cintura, pues al ser un color caliente contrarresta el frío del eclipse, se usan metales en forma de cruz sobre el estómago, pueden ser clavos, llaves o incluso ganchos, todo esto con el fin de protegerse de las fuerzas dañinas. 

Si una mujer embarazada se rascaba durante el eclipse el bebé quedaría con un lunar o manchas en la piel, si es eclipse de luna se le denomina chi’ibal uj (mordedura de luna) y en el eclipse solar le llamaban chi’ibal k’in (mordedura del sol), la mancha sale en donde la madre se haya rascado y puede ser roja o negra. En todo el Mayab existieron creencias llenas de misticismo respecto de los eclipses, que nos dan cuenta de la rica cosmovisión de nuestra cultura. 

Eclipses según los nahuas 

Los nahuas describían como Tonatiuh qualo, “el Sol es comido”, pero más allá del sentimiento de temor que un eclipse podía causar entre la población prehispánica, muchas comunidades emplearon sistemas para contar los meses lunares asociados a las fechas escritas en la llamada cuenta larga. Con él, en combinación con glifos, hicieron cálculos astronómicos.

 ¿Cómo es o por qué podían predecir eclipses las comunidades prehispánicas? Se dice, que en términos prácticos, porque no puede haber un eclipse de Sol más que en luna nueva, y no puede haber uno lunar, salvo en luna llena. A partir de esta base, se puede tener un cierto grado de predicción, considerando desfases que requerían ajustes, como queda demostrado en el Códice de Dresde.

Aunque todo esto es mucho más complejo, pero se tenían símbolos especiales para describir eclipses, formados por una banda celeste, el Sol, dos fémures, como señal de muerte, y campos negro y blanco que semejan alas de mariposa, en alusión al ocultamiento.

Si estás interesado en este y otros temas ligados a la arqueoastronomía, te recomendamos el libro La astronomía en Mesoamérica de Arturo Montero García