Foto destacada: INAH
Entra las 30 piezas arqueológicas se encuentran una cabeza con la representación del dios de la lluvia, Tláloc.
Desde hace muchos años, se ha tratado de detener a los coleccionistas y a los contrabandistas de arte prehispánico mexicano, que se han dedicado a saquear, comprar y vender los bienes culturales que pertenecen a México. Pero detener el tráfico de bienes culturales, cuarto delito en el ranking internacional de comercio ilícito, es una tarea titánica.
Apenas hace unos años se ha puesto más énfasis en proteger el Patrimonio Arqueológico de México. Pero esto es muy problemático, porque ni siquiera existe una base de datos para saber qué bienes han sido robados, no se sabe cuántos ni cuáles son los objetos que ha salido ilícitamente del país y mucho menos, se sabe quienes son las personas que tienen piezas arqueológicas.
Por fortuna, cada vez es más seguido que los países devuelven piezas de manera voluntaria. Este es el caso de Bill y Jonathan Lewis, quienes por segunda ocasión brindaron su apoyo para la restitución de estos bienes culturales mexicanos. Se trata de 30 piezas que fueron entregadas al Consulado General de México en Los Ángeles, en donde se llevó a cabo una ceremonia de restitución de piezas arqueológicas, identificadas por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Asimismo, el INAH hizo el dictamen preliminar, mismo que concluyó que las 30 piezas evaluadas forman parte del patrimonio nacional de México. Entre dichas piezas se encuentran: una sonaja de barro, elaborada en la Costa del Golfo de México durante el periodo Clásico mesoamericano (200-900 d.C.); una vasija de barro de estilo mixteco, creada en la región de Oaxaca en el periodo Postclásico mesoamericano (1200-1521 d.C.); así como una cabeza de barro que representa al dios del agua, Tláloc, hecha en el Altiplano Central durante esta última temporalidad. Además de figurillas antropomorfas y zoomorfas.
En la ceremonia de restitución, el cónsul encargado, Gustavo Martínez Cianca, dirigió unas palabras de agradecimiento a los poseedores de las piezas, Bill y Jonathan Lewis, quienes por segunda ocasión brindaron su apoyo para la restitución de estos monumentos arqueológicos.
El diplomático hizo hincapié en la importancia que representan estas piezas para la cultura e historia de nuestro país, y reiteró el compromiso del gobierno mexicano para continuar coordinando esfuerzos en la recuperación del patrimonio cultural de la nación.
Finalmente, como dato de cultura general, se sabe que Argentina es el país que más piezas arqueológicas ha devuelto, voluntariamente, a un país; se trata de la devolución de más de 4 500 piezas arqueológicas a Perú. Esta cifra representa mucho más de lo que le ha sido devuelto a Perú en los últimos 15 años por diversos países del mundo. Siempre es importante devolver los bienes culturales a su lugar de origen, a donde pertenecen.