Todos los santos y día de muertos.
Muchas personas conmemoramos a los fallecidos los días 01 y 02 de noviembre, del mismo que desconocemos los motivos por los que se eligieron esas fechas, llamadas el Día de Todos los Santos, justo antes del Día de los Fieles Difuntos, al que tradicionalmente se le conoce como “Día de Muertos”.
El día de Todos los Santos fue instaurado por la iglesia católica a principios del siglo IV por la Gran Persecución de Diocleciano. La última y más sangrienta persecución contra los cristianos en el Imperio romano, donde se emitió una serie de edictos que abolían los derechos legales de los cristianos y exigían a la vez que cumplieran con las prácticas religiosas tradicionales.
Debido a que fueron tantos los mártires causados por el poder romano, que la iglesia decidió marcar un día para dedicárselo a ellos. En sus primeros años no se tenía un día fijo, fue hasta que Gregorio III (731-741) decidió fijarla el 1 de noviembre y construyó una capilla en la Basílica de San Pedro. Desde el año 840, el papa Gregorio IV extendió la celebración a toda la iglesia en el siglo IX. La Iglesia Ortodoxa celebra este día el primer domingo después de Pentecostés. Esta celebración en occidente fue instituida en honor a todos los santos de la devoción católica, y también para rezar por todos los conocidos y allegados fallecidos.
En este día la Iglesia celebra una fiesta solemne por todos aquellos difuntos que, habiendo superado el purgatorio, se han santificado totalmente habiendo obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios. Por eso es el día de “todos los santos”. No se festeja sólo en honor a los beatos o santos que están en la lista de los canonizados y por los que la Iglesia celebra en un día especial del año; se celebra también en honor a todos los que no están canonizados pero viven ya en la presencia de Dios. Es frecuente que este día las grandes catedrales exhiban las reliquias de los santos.
En Inglaterra se le llamó a esta vigilia vespertina, la noche del día anterior, el 31 de octubre All Hallows event, evento de todos los santos, hasta que gradualmente se transformó en la pronunciación de Halloween, aunque dicha fiesta anglosajona proviene más de una tradición celta que los inmigrantes irlandeses e ingleses difundieron en Estados Unidos y demás países angloparlantes.
Sin embargo, esta celebración se ha adaptada a las regiones de los países a los que llega; por ejemplo, en Manila, Filipinas, se encienden velas en las tumbas de cientos de soldados anónimos. En Polonia las personas dejan velas y ofrendas en la lápida del teniente Ryszard Kuklinski, informante de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) de Estados Unidos sobre el pacto de Varsovia, acuerdo de cooperación militar de 1955, firmado por los países del Bloque del Este para contrarrestar la amenaza política de la OTAN y el rearme de la República Federal Alemana.
En Valencia, España, las personas suelen colocar velas encendidas en las lápidas del efímero cementerio de arena, que se coloca para aquellos que se encuentran lejos de la tumba de sus seres queridos y los quieren visitar simbólicamente. En Cartagena de Indias, Colombia, se celebra el tintililillo: un grupo de chicos va de casa en casa pidiendo alimentos a través de cantos para hacer una comida tradicional, el Sancocho.
En México, se mezcla con una celebración de origen prehispánico cuyas raíces nada tienen que ver con el Día de Todos los Santos, y cada 2 de noviembre, como sucede en otros países centroamericanos se celebra el Día de Muertos, donde se deja un rastro de flores de cempasúchil para que el espíritu de un familiar encuentre el camino a casa, y encuentre una ofrenda con, entre otros elementos, la comida, dulces y bebidas que gustaba el difunto en vida.
En cuanto a la celebración en México, debido a que muchos de los países que profesan esta religión, conmemoran a sus difuntos con un día de fiesta, la instalación de esta fecha se dio desde la cúpula de la Iglesia Católica. México quizás sea el país con más folclor durante esta celebración, pues dicha fecha está enmarcada en el Día de Muertos, un día de sátira, ritual, homenaje y celebración a la muerte y los muertos.
Aunque los días previos al 1 de noviembre se celebran distintos rituales para venerar a los fallecidos, es común ver a la gente salir a las calles con coloridos atuendos como trajes de mariachi, vestidos indígenas y disfrazados de calaveras.