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En muchas comunidades indígenas las muñecas son una tradición que muestra nuestra gran diversidad.
La talentosa cantante Adele presumió todos los muñecos del Dr. Simi que le han regalado sus fans mexicanos. De hecho, guarda varios peluches que ya se han vuelto icónicos, en el clip se pueden ver decenas de muñecos que ocupan casi todo su sillón, algunos disfrazados como mexicanos, otros como ella, algunos alusivos al Día de Muertos y otros simplemente con la típica bata de doctor, pero todos juntos en un mismo lugar.
Estas acciones por parte de la cantante han provocado que sus fans se emocionen y le pidan una vez más que venga a México, pues es notorio el amor que le tiene la artista a nuestro país; pero estos peluches no son los únicos que hay en el país, de hecho solo es uno de la lista de estas muñecas tradicionales que hay en México.
Al principio estos juguetes mostraban la humildad de sus creadores, pero hoy en día se han vuelto hermosas muñecas con grandes diseños de tela que siguen conservando su tradición artesanal. Las muñecas, como muchos juguetes, siempre se han hecho con cualquier cosa disponible, aunque la tela no satisfacía económicamente a la mayoría de los mexicanos, al menos hasta el siglo pasado.
Se dice que la primera muñeca de tela “indígena” hecha a mano con fines comerciales es María. Es una muñeca de los años 70, cuando muchas mujeres mazahuas y otomíes se ganaban la vida a duras penas en las calles de la Ciudad de México. Estas muñecas son una aproximación de una mujer tradicional otomí y/o mazahua, con la característica de que fueron modificadas para que sean rápidas y fáciles de producir.
Estas muñecas no solo se convirtieron en un artículo que ayudaba a las mujeres indígenas, de hecho, hoy en día es algo más difícil de encontrarlas en la capital. Es la ciudad de Amealco, en Querétaro, donde se produce la muñeca Lele de manos de las artesanas, estas muñecas se han asociado casi por completo con la comunidad otomí, pero su imagen es famosa y se ha convertido en una importante industria para el municipio y la base de su turismo.
La muñeca Lele está vestida, ahora de diversos modos, pero la muñeca tradicional es una muñeca de tela con una historia más antigua en la misma zona, que todavía se encuentra en las afueras de Amealco en San Ildefonso Tultepec. Su cuerpo está hecho de dos rollos de tela en forma de cruz, con pelo, cara y ropa añadidos.
El éxito de Lele ha inspirado a otras comunidades tradicionales a fabricar sus propias muñecas. Y es que la ventaja de las muñecas es que son más rápidas y fáciles de hacer, además de que se pueden vender por menos que una prenda de tamaño completo intrincadamente tejida o bordada. Las muñecas pueden generar algo de dinero mientras los artesanos esperan clientes especiales capaces y dispuestos a pagar miles de pesos por algo que tardó meses en fabricarse.
Este es el caso de la comunidad nahua de San Juan Totolcintla, en Guerrero, que crearon a la muñeca Tlanezi; una muñeca de tela que se pueden encontrar tanto en ropa cotidiana como festiva. También hay muñecas vestidas con ropa mixteca que se hacen en Oaxaca y Puebla. También existen las Muñecas Pame, que son las más antiguas de México, y están hechas con palma y sus cabellos de ‘pelos’ de elotes. Es una artesanía milenaria que se continúa elaborando en estados como San Luis Potosí y Querétaro .
Las munequitas tarahumaras son elaboradas con madera tallada y vestidas con el traje típico de los rarámuri, son una de las muñecas más lindas y entrañables desde su sencillez y colorido.
No olvidemos las muñecas de San Juan Chamula, Chiapas en donde todavía se fabrican muñecos zapatistas. Unas muñecas que salieron en 1994 con el movimiento zapatista y tenían su pasamontañas rebelde.
