Foto destacada: INAH
Los misterios no tienen qué ser extraordinarios, es una de las enseñanzas de la arqueología mexicana reciente.
México es uno de los países en donde más se han descubierto piezas arqueológicas. En los últimos años, se ha tenido un avance sorprendente de miles de piezas y descubrimientos. A pesar de que los trabajos arqueológicos han sacado a la luz información muy importante sobre nuestros antepasados, todavía hay algunos misterios que difícilmente podremos descubrir con la poca información que tenemos en la actualidad. Aquí te presentamos algunos de los misterios de la arqueología mexicana de los últimos años.
El Teocalli de Atlixco
Durante muchos los locales decían que en Atlixco existía un teocalli, en la cima del cerro de San Miguel, una elevación volcánica en donde hay una capilla católica dedicada al famoso arcángel. En efecto, hace unos años se encontraron pruebas arqueológicas de la existencia de este templo, además de que artefactos que datan de más de 1,000 años de antigüedad, incluyendo herramientas de piedra, ornamentos y vasijas de barro. Lo que sigue siendo un misterio son los detalles del templo, así como su nombre.
La Quemada
En esta zona arqueológica se ha preservado el mito de Chicomóztoc o “Lugar de las Siete Cuevas”, punto de origen o punto de descanso de las migraciones nahuas que llegaron del norte al centro de México y que han sido asociadas a la cultura mexica. El misterio que encierra esta zona es el de su nombre actual, se dice que los conquistadores españoles observaron las ruinas quemadas, y de ahí su nombre; otra versión, es que en el sitio hubo un gran incendio y de ese modo fue abandonado, pero que antiguamente se le conocía como Cerro de Los Edificios, Cerro de Chicomoztoc o Cerro de Las Serpientes.
Serpiente de Kukulcan
Como sabes, en la pirámide de Chichén Itzá una sombra con forma de serpiente se asoma cada año durante el equinocio de primavera y otoño. A medida que el sol gira sobre el templo, la sombra empieza a descencer (o ascender dependiendo de la época del año) hasta llegar a la base de la pirámide y juntarse con la cabeza de la serpiente de Kukulcan. Además, el número de escaleras de la pirámide suma los días del calendario maya; pero cómo fue posible tener este conocimiento matemático, unido al conocimiento arquitectónico, sigue siendo un gran misterio.
Pirámide de Teopanzolco
A partir de un terremoto, los arqueólogos encontraron un nuevo edificio al interior de la pirámide de Teopanzolco que se cree, cambiaría la cronología de las culturas prehispánicas. Se dice que este sitio es más temprano de lo que se pensaba, y que habría servido de inspiración para el Templo Mayor de Ciudad de México. Pero todavía sigue siendo un misterio que no ha sido revelado.
Cabezas Olmecas
Las cabezas colosales talladas por los olmecas fueron la primera pista sobre la que se reveló la civilización más antigua de América. La primera cabeza colosal olmeca fue encontrada en la Hacienda Hueyepan, que hoy se conoce como Tres Zapotes. Pero se cree, que solo hay una cabeza olmeca que es la única que podría representar a una persona fallecida. Se trata de la que fue haya el Rancho de La Cobata, siendo la cabeza olmeca más grande de las 17 encontradas hasta el momento estando expuesta al aire libre en el Parque Central Benito Juárez en el centro de la antedicha localidad.