Foto destacada: INAH
Ya es posible visitar El Palomar, un nuevo grupo arquitectónico de la zona arqueológica de Uxmal.
El Palomar es uno de los pocos vestigios que existen en el poblado de Santa Elena, en Yucatán, que tiene pruebas arqueológicas de poblados indígenas mayas. Aunque se sabe muy poco de este sitio, ya que a la llegada de los europeos en el siglo XVI, el lugar y la zona habían sido abandonados. A pesar de eso, se cree que en la época precolombina se llamó Nohcacab y perteneció al cacicazgo de Tutul Xiú.
Pero ahora, con todo lo que está sucediendo con la creación del Tren Maya, cerca de este pequeño destino yucateco, ha sido posible abrir al público una nueva sección en la Zona Arqueológica de Uxmal, conocida como El Palomar.
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, y la titular de la dependencia en Yucatán, Anna Goycoolea Artís, encabezaron la apertura de esta área, clave para la apreciación turística y el entendimiento de la ciudad prehispánica.
“El Tren Maya cumple una deuda del Estado mexicano con el sureste de nuestro país y la península de Yucatán, una región que había sido segregada sistemáticamente, pero a la cual ahora se le canaliza una inversión histórica. Además, gracias al Promeza hay otro beneficio, el cual tiene que ver con la recuperación del patrimonio, la memoria y la dignidad de las comunidades mayas de hoy, que se miran e identifican con las naciones mayas del pasado”, declaró Prieto Hernández.
El Palomar es una ventana a más de doce siglos de historia, misma que podrá ser visitada por las y los usuarios del Tren Maya desde la estación Maxcanú, o a través de los recorridos terrestres tradicionales que se hacen desde Mérida. Se trata de un espacio cuya temporalidad se remonta al periodo Preclásico (500 a.C.- 300 d.C.).
“Lo que la gente puede ver actualmente en la Pirámide del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas y el Palacio del Gobernador es lo más puro del estilo Puuc de Uxmal, con un gran detalle en la ornamentación; sin embargo, debajo de esos importantes edificios hay etapas previas” detalló el coordinador del Promeza en Uxmal, José Huchim Herrera.
El Palomar representa un ejemplo de cómo fue la arquitectura, la decoración, el uso del espacio público y la vida en Uxmal, antes de su apogeo fue de gran importancia para espacios como el Patio Hundido del grupo que, si bien ostenta una decoración sobria, complementará la experiencia de visita en el sitio prehispánico.
La ceremonia de apertura de este conjunto se acompañó de un conversatorio, titulado “El Puuc y el turismo en tiempos del Tren Maya”, donde se contó con las voces de diversos mandatarios de Yucatán. En este panel se enfatizó la necesidad de crear los mecanismos para que los ingresos, los cuales comenzarán a generarse con la puesta en marcha del Tren Maya, a partir de diciembre de 2023, impacten de manera directa en la economía de las y los habitantes de los pueblos indígenas.
La apertura de esta zona arqueológica, también incentiva a la comunidad a comercializar artesanías o productos en las estaciones o los paraderos del tren; además de que es posible promover la visita a las zonas arqueológicas que forman parte de la región Puuc –Sayil, Labná, Loltún y Xlapak, entre otras–, e incentivar la pernocta en ciudades históricas como Santa Elena.
Esta línea de beneficio regional y biocultural, dijo el antropólogo Diego Prieto, es que desde el INAH se resolvió que el Gran Museo del Puuc, que se ubica en la Zona Arqueológica de Kabah, con el fin de generar amplios circuitos de visita que, a su vez, deriven en una mayor derrama económica y en la mejora en las condiciones de vida de las comunidades.