Biotecnología de UNAM ayuda a desarrollar y producir huitlacoche todo el año

Foto destacada: Muertos Crew

Esta investigación biotecnológica de la UNAM, permite conocer y desarrollar todas las ventajas del huitlacoche.

 

Al Ustilago maydis, mejor conocido como huitlacoche, comúnmente se le conoce como caviar mexicano o trufa mexicana. Es un hongo parásito que crece de forma espontánea entre los granos tiernos del maíz y que se cosecha en México desde tiempos ancestrales. En realidad, el huitlacoche es delicioso, tiene una personalidad propia, y un sabor a tierra mexicana.

También se le conoce como cuitlacoche y prolifera en la temporada de lluvias, que van de junio a noviembre; es un alimento rico en aminoácidos como la lisina que ayuda al cuerpo a producir proteínas.

La popularidad de los productos endémicos, ha ido acompañada de numerosos estudios. Y el estudio que ha hecho la UNAM del huitlacoche, tiene la finalidad de hacer que sea producido durante todo el año. Además, este hongo es muy útil para conocer más sobre la genética en hongos.

Aunque tradicionalmente este hogo se consume en el centro de México, hoy en día es considerado un producto gourmet en muchas partes del país. Ahora, la aparición de este parásito en las milpas ya no suele ser tan ‘mala noticia’; a pesar de que todavía implica pérdidas económicas en Estados Unidos, donde sus agricultores hacen de todo para combatirlo. 

Pero en México, los campesinos esperan la temporada de lluvias para colectarlo de las mazorcas. Esto llevó a Hermilo Leal Lara, investigador del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM, a desarrollar una técnica para producirlo de manera continua. “Hasta antes del año 2000 sólo podía obtenerse por temporadas; por ello, nuestro objetivo era desarrollar un proceso para infectar todas las plantas durante el año entero”, dijo.

Este ingeniero químico recurrió a una técnica de biotecnología para hacer crecer huitlacoche en el maíz de manera controlada, considerando parámetros como temperatura y humedad, además de una detallada selección de líneas de cultivo del hongo en laboratorio, donde se germinan las esporas y se seleccionan las líneas infectivas con las mejores características.

El estudio requirió atender una parte agronómica, es decir, la producción del maíz y, una vez que este cultivo estaba listo, se infectaron los jilotes (donde está la inflorescencia femenina). “Teníamos que desarrollar la tecnología adecuada para producir de forma controlada mazorcas infectadas y cosecharlas”, detalló.

Para ello fue preciso tener un lugar donde cultivar el maíz todo el año, lograr la misma cantidad de plantas de ese grano y tener cosechas de huitlacoche cada semana. Así que trabajaron con distintas variedades de maíz de Toluca, Malinalco, Tonatico y el estado de Morelos. “Pudimos demostrar que éramos capaces de infectar selectivamente las plantas tratadas y, además, que esto era rentable”, refirió Leal Lara.

Cuando el maíz tenía el crecimiento adecuado, se iniciaba la inoculación y un mes después se cosecha el huitlacoche. “Con este método se estableció una unidad productiva de 300 kilos diarios del hongo de enero a diciembre. La rentabilidad en 2016-2017, calculamos, era de 3 millones y medio por hectárea”.

Este tipo de producción ha logrado mejores características en el huitlacoche. Diferenciar las mejores razas de maíz para obtener resultados óptimos, así como hacer exámenes de sabor con el fin de seleccionar los mejores huitlacoches entre la cosecha.

Así es posible lograr una gran producción de huitlacoche con un buen sabor y la textura, dulzor y amargor específicos del hongo. Esta técnica también permite que los agricultores tengan empleo todo el año, que se mantenga un precio más o fijo del producto y que todos podamos disfrutar de un producto 100% mexicano y con un increíble sabor.