Foto destacada: Laurent Herbiet
Faltan unos días para que el Lago Tláhuac-Xico sea parte de patrimonio biocultural de México.
Desde 2018 se han llevado a cabo diversos proyectos de habilitación del Lago Tláhuac-Xico, en el que se llevaron a cabo revisiones de sanidad y distribución de agua, con el fin de rescatar y restaurar los recursos naturales en la zona. En MxCity le hemos dado un seguimiento constante a la laguna de Xico, ya que es un ejemplo de las múltiples posibilidades que tiene la capital para regenerar los ecosistemas hídricos dentro de sus áreas urbanas.
En efecto, el lago Tláhuac-Xico representa una reserva de agua de lluvia, por lo que es posible convertirla en un reservorio de agua dulce para abastecer a las comunidades, ayudar al turismo de la zona y crear una alternativa para disminuir las inundaciones del oriente en época de lluvias. Pero como muchas de las cosas de la CDMX, que estaban en completo abandono, no es un proyecto sencillo.Laurent Herbiet
Otro de los problemas, es que esta zona del oriente de la ciudad existe desde hace 30 años, y el lago se produjo a partir de los hundimientos de la sobre explotación del acuífero, el crecimiento particularmente del Valle de Chalco durante la época de Salinas de Gortari, aunque hoy es un lago bellísimo.
De hecho, desde hace 6 años se han invertido más de 4 mil millones de pesos para implementar humedales en la zona, similares a los del Parque Cuitláhuac, el Bosque de Aragón y en el Parque Ecológico de Xochimilco; con el fin de que los humedales de Tláhuac-Xico sea un ejemplo internacional de cómo se utilizarán esquemas naturales para poder sanear el agua, que posteriormente pueden pasar por una potabilizadora.
Con el fin de llevar a cabo este propósito, y con la idea de contener el avance de la mancha urbana, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) inició el proceso para declarar Área Natural Protegida (ANP) a la zona de Lago Tláhuac-Xico y someterla la propuesta a consulta de la comunidad.
Esta iniciativa expone la importancia de preservar esa región, ubicada en los linderos de la alcaldía Tláhuac, Ciudad de México, y el municipio Valle de Chalco, Estado de México, ya que es uno de los últimos remanentes del paisaje lacustre que alguna vez dominó el sur de la Cuenca de México.
Asimismo, esta declaratoria se lleva a cabo después del Estudio Previo Justificativo para el Establecimiento de Área Nacional Protegida muestra las ventajas que tiene darle la categoría de ANP a esa zona de humedales y los peligros que enfrenta actualmente.
Se espera que sean 3 mil 587 hectáreas, constituida por tres polígonos: el lago de los Reyes Aztecas, que tiene una superficie de 328 hectáreas; le sigue la llamada Ciénega con tres mil 152 hectáreas y; Mixquic con 106 hectáreas; mientras el 66.34 por ciento de ese total está en la Ciudad de México y el resto en el Estado de México.
Se espera que con esta declaratoria el lago siga resistiendo el impacto de las actividades humanas, el cambio de uso del suelo, la sobreexplotación de mantos freáticos y acuíferos, la contaminación, la introducción de especies exóticas invasoras que desplazan o eliminan especies nativas.
“A pesar de las afectaciones, los humedales de Tláhuac y Xico constituyen una zona estratégica y de seguridad nacional para el abastecimiento y regulación hídrica de esta región del país, ya que provee de servicios hídricos a una de las zonas de concentraciones urbanas más pobladas y extensas, no solo de México, sino del mundo”, resaltó la Conanp en su comunicado.
Este lugar también es uno de los últimos hábitats del centro del país que funciona como sitio de invernada, paso migratorio, descanso, reproducción y alimentación de aves acuáticas y terrestres que viajan a través del corredor de la mesa central del país, por lo que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad la considero como un Área de Importancia para la Conservación de las Aves.
Con esta declaratoria quedaría prohibido el relleno de cuerpos de agua, las descargas de aguas residuales, la instalación de tiraderos de basura, provocar incendios y la construcción de fraccionamientos y parques industriales.
Asimismo, ofrece acompañamiento y apoyo a ejidatarios, pequeños propietarios y comunidades en el rescate y restauración de la zona, el aprovechamiento sustentable de sus recursos y la revaloración de este patrimonio biocultural de México.
Todavía se sigue la consulta pública que concluirá el miércoles 6 de diciembre y luego vendrá la elaboración del proyecto de decreto. En la recta final se presentará el dictamen de impacto regulatorio y presupuestal, la publicación en el Diario Oficial del decreto y la puesta en marcha del programa de manejo.
Seguramente, los humedales del Lago Tláhuac-Xico serán un área natural protegida, que ayudará a conservarla e impulsar el ecoturismo. Quizá sea en 2024 que se comiencen los trabajos que forman parte del Plan Hídrico de la Subcuenca Amecameca-La Compañía y preveía el saneamiento y la potabilización del cuerpo de agua.