Guajolote: el ave consumida por los aztecas antes de ser apreciada en todo el mundo 

 Foto destacada: relatos e historias

Las celebraciones invernales de los aztecas tenían al guajolote como platillo primordial. 

 

Hoy en día el pavo es un platillo popular en la cocina internacional, sobre todo se prepara en las celebraciones navideñas y de fin de año. El pavo tiene un gran sabor, su carne es jugosa y es bastante sencillo combinar y marinar. Aunque su consumo es más o menos similar en Europa y en Latinoamérica, su origen se remonta a una fiesta tradicional mexicana, que siglos después fue adecuada por los conquistadores para diversas regiones del mundo. 

De hecho, hasta la fecha, en muchas regiones de México se le continua llamando guajolote, y no pavo. 

En la fiesta del Panquetzaliztli, la fiesta del nacimiento del dios patrono solar, Huitzilopochtli, que coincidía con el solsticio de invierno, y que siglos después se enteraron que también era en la misma época que la celebración cristiana del nacimiento de Jesucristo, se consumía guajolote.

Comer guajolote para Navidad es una tradición aztecas, uno de los imperios prehispánicos más poderosos en Mesoamérica, quienes festejaban el solsticio de invierno con el consumo de guajolote. Los aztecas relacionaba al guajolote con Tezcatlipoca, e incluso las culturas Apache y Hopi, lo consideraban como un “dador de vida” y partícipe de la creación de la Tierra.

La palabra guajolote significa “gran monstruo” y proviene del náhuatl huexolotl. Su etimología se divide en huey, que es grande, y xólotl, monstruo. En las distintas celebraciones aztecas también se danzaba, se cantaba y tenían grandes banquetes, donde comían guajolotes.

La investigadora Elena Mazzetto, escribió un ensayo llamado “El guajolote en las prácticas culinarias mexicas”, publicado en el libro “El guajolote en Mesoamérica” (Cemca, 2022) donde se afirma que el pavo era una carne “extremadamente apreciada” para los mexicas. 

Con el paso del tiempo, el consumo del pavo se extendió a lo largo del año y del mundo; los europeos que viajaban a México se llevaban este animal a sus países y comenzaron a comerlo para otras fiestas importantes. Uno de los principales lugares que actualmente come guajolotes es en Estados Unidos, ahí la costumbre es comerlo en el Día de Acción de Gracias, pero ahí tiene su respectiva historia.

Con el paso de los siglos y su emigración hacia diversas culturas, el pavo para Navidad fue adoptando diversos sabores, recetas y estilos que ahora conforman decenas de recetas, una para cada gusto.

Además por sus características como su volumen y tamaño, esta ave resulta ser ideal para alimentar a varias personas con una sola pieza, pues puede llegar a alcanzar un peso de hasta 10 kilos. Un dato curioso de los pavos, es que alrededor de la década de los treinta, casi se extinguieron, ya que muchas especies se encontraban en cautiverio y existía una caza desmedida en países como Estados Unidos.

Hoy en día, el pavo de Navidad proviene, en su mayoría, de criaderos autorizados y certificados, para que su carne cumpla con todas las regulaciones sanitarias que cada país exige.