Foto destacada: Mónica Ortíz Aguilera
Mónica Ortiz ayudó en una misión analógica a marte con el fin de resolver problemas durante futuras colonizaciones al planeta rojo.
La oaxaqueña Mónica Ortiz Álvarez fue la primera mexicana en comandar una Misión Latinoamericana de Investigación Análoga de Marte en España, por Astroland Interplanetary Agency, en Santander, España.
En aquel momento, dijo en sus redes sociales: “Agradezco inmensamente el honor de compartir crew a Sagrario Linares Melo Ingrid Marian, Lia Seguel Alvarado Rivaldo Duran, quienes más que amigos somos una gran familia en FAU Youth , todos tenemos grandes cualidades y el compartir esto representando a nuestros países lo hace aún más especial“.
El objetivo de dicha misión, llamada “Principia”, fue fomentar la participación de las mujeres en áreas STEM, visibilizar la tecnología espacial en las nuevas generaciones a nivel internacional. Además de comenzar a hacer investigaciones científicas con el fin de impulsar la inclusión de la juventud latina en el desarrollo del sector espacial español.
Dicho proyecto se destacó por impulsar el sector STEM en México y en todo Latinoamérica, al con ello, resolver diversas problemáticas que podrían tener las futuras colonizaciones al realizar estudios en un hábitat completamente inmersivo de simulación de la superficie de Marte, generando así la cooperación entre diversos tipos de ciencias.
Esta misión espacial, liderada por la astronauta Mónica Ortiz, hizo que fuera la Presidenta del capítulo Juvenil de la Fundación Acercándote al Universo. Asimismo, Mónica Ortiz Álvarez será la primera astronauta mexicana en comandar una misión análoga sobre los posibles problemas que podría presentar un asentamiento humano instalado en Marte.
En Astroland Interplanetary Agency, compañía aeroespacial privada instalada en Cantabria, España, se desarrollan misiones de simulación espacial con tecnologías y habilidades enfocadas a los hábitats en Marte. Hasta el momento, esta empresa ha realizado cinco misiones análogas dentro de una cueva en Arredondo, Cantabria, que está diseñada como un campo de entrenamiento espacial subterráneo que pone a prueba las capacidades del ser humano para sobrevivir.