Foto destacada: @leolopezlujan
Museo francés mostrará una colección de piezas arqueológicas durante los Juegos Olímpicos de París 2024.
El Museo del Quai Branly-Jacques Chirac de París, Francia, dedicará una exposición temporal a la sociedad prehispánica, por primera vez en su historia. “Mexica: Des dons et des dieux au Templo Mayor –Mexica: ofrendas y dioses del Templo Mayor–” será una muestra inédita, organizada por el recinto parisino en colaboración con la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Esta instalación será inaugurada el 3 de abril y permanecerá hasta e 8 de septiembre de 2024, con miras a cautivar tanto al público galo como a los visitantes de los confines del mundo que se darán cita en la Ciudad de la Luz, con motivo de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Esta exposición lleva la curaduría conjunta del titular del Proyecto Templo Mayor (PTM) del INAH, Leonardo López Luján; así como de sus pares adscritos al Museo francés, Fabienne de Pierrebourg y Steve Bourget, y de la curadora asociada de la Universidad de París Nanterre, Aline Hémond.
Se trata de una exposición que reunirá 590 piezas que mostrarán la riqueza del pensamiento cosmogónico mexica y explicarán cómo los sacerdotes tenochcas creaban suntuosas ofrendas para halagar a sus deidades y obtener, en retribución, favores, como la salud de la población, cosechas abundantes y triunfos militares.
“Las ofrendas son regalos para los dioses y eran enterrados dentro de cajas o en cavidades al interior de los edificios religiosos y bajo los pisos del recinto sagrado. Estas cajas y cavidades encierran toda suerte de minerales, restos de plantas, animales, seres humanos y objetos culturales de todos los lindes del imperio mexica e, incluso, de más allá de sus fronteras.
“Estos dones fueron acomodados ordenadamente, siguiendo una estricta liturgia, pues su distribución intenta transmitir a las deidades un mensaje codificado que, como arqueólogos, nos toca descifrar, preservar y difundir” comentó López Luján en un comunicado de prensa.
166 de las reliquias mexicas, son piezas que resguarda el museo francés en sus colecciones, y el resto de las piezas proceden de ocho museos del INAH: del Templo Mayor (MTM), los nacionales de Antropología y del Virreinato; los regionales de Puebla y de los Pueblos de Morelos; de la Escultura Mexica; de Sitio de Tlatelolco y del Centro Comunitario Culhuacán.
Entre los objetos destacan la olla Tláloc de la Ofrenda 21 del Templo Mayor y la escultura Águila Cuauhxicalli, descubierta en la Casa del Marqués del Apartado. Además de estas obras, detalla la titular del MTM, Patricia Ledesma Bouchan, el museo a su cargo enviará diversos objetos que equivalen al 62 % de las piezas que estarán en la Galería del Jardín del Museo Quai Branly-Jacques Chirac.
Al conjunto de 420 piezas que prestará el INAH, se suman cuatro, entre ellas la escultura antropomorfa conocida como el Ehécatl de Calixtlahuaca, pertenecientes a dos espacios de la red de museos del gobierno del Estado de México: el Museo Arqueológico “Dr. Román Piña Chan” y el Museo de Antropología e Historia.
La muestra buscará desmitificar clichés en torno a los mexicas, como el equívoco, creado en el siglo XIX, que les otorgó el nombre de aztecas. “En su origen, la gente que fundaría México-Tenochtitlan fue vasalla en la ciudad de Aztlan, donde vivían sus amos, los verdaderos aztecas. Ellos, según las fuentes históricas, se liberaron del yugo e iniciaron una peregrinación a una tierra prometida, guiados por su dios Huitzilopochtli, quien les indicó establecerse en un islote del lago de Texcoco y les ordenó cambiar su nombre por el de mexicas”, explica López Luján.
El guion curatorial abordará el tema del sacrificio humano, no desde el estereotipo generado al momento de la evangelización hispana, sino desde el modo en que esta práctica estaba inmersa en la visión mexica del universo y la ciclicidad de la vida.
La muestra contará con un catálogo ilustrado y una reunión científica internacional, finalizará su recorrido con la continuidad del pensamiento de los antiguos mexicas, en imbricación con el catolicismo, en comunidades indígenas de México, como las nahuas y las tlapanecas.