Fotos cortesía de la Secretaría de Turismo CDMX
Los mexicanos estamos más felices cada año, estas cifras en pequeños aumentos lo confirman.
En México somos conocidos por celebrar a la muerte con mariachi, por celebrarle a la vida cantando y hasta celebramos cuando tenemos un rompimiento. Pero ahora, podemos corroborar esta felicidad y jovialidad, con los datos del INEGI. Esta “encuesta de felicidad” ha determinado que el pesimismo se redujo: “en enero de 2024, en promedio, el balance anímico de la población adulta tuvo un valor positivo de 6.6. Este nivel es el más alto observado en la serie, desde que esta inició en julio de 2013″, explicó el Inegi.
Esta misma encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2023, arrojó en el rubro de Bienestar, que el “equilibrio anímico” era de 6.5 puntos en una escala del 1 al 10 y de 6,2 en 2022. Así qué, año con año, los mexicanos nos hacemos unos puntos más felices.
Esta encuesta se publica en el primer mes de cada trimestre, y está centrada en tres dimensiones del bienestar: equilibrio mental, niveles de satisfacción (con la vida en general y con áreas específicas de la misma) y eudemonía o bienestar espiritual, que se relaciona con un sentido de propósito en la vida.
El INEGI dijo que la encuesta ofrece información representativa de los adultos en 32 ciudades del país. A los encuestados se les presentan varias preguntas sobre su estado de ánimo el día anterior, abordando el estado de ánimo, la vitalidad, el estrés, la tranquilidad y la emoción, y se les pide que den una calificación.
La encuesta también descifra indicadores de bienestar para diferentes regiones. Por ejemplo, en Michoacán, el balance de humor en enero fue de 4.77, significativamente menor que el promedio nacional de 6.5. Según el Inegi, esto significa que los michoacanos experimentan niveles más altos de estrés, depresión y ansiedad que las personas de otros lugares.
A nivel nacional, los hombres mostraron un mayor nivel de felicidad, con 6,8 puntos, y las mujeres registraron una media de 6,2 puntos. Los datos sobre “satisfacción con la vida en general” arrojaron un 8.5 entre los hombres y un 8.3 entre las mujeres para un promedio nacional de 8.4, lo que sugiere que la mayoría de los mexicanos están contentos con su situación personal, según el INEGI.
Al medir el “bienestar espiritual”, el INEGI ofreció nueve afirmaciones con las que los encuestados podían identificarse. Con la que más se identificó la población adulta fue “Soy una persona afortunada”, respuesta que tuvo un promedio de 9,2.
De acuerdo con el comunicado del Inegi, y como cada año, los resultados arrojan que los hombres se sienten más felices. “Entre hombres y mujeres hay una brecha en el balance anímico: el nivel promedio de los hombres es mayor que el de las mujeres, 6.7 y 6.4, respectivamente”, detalla el estudio revelado por la institución.
En Mexico, además de ser felices, la mayoría de mexicanos adultos encuestados se sienten satisfechos con su vida. El mayor porcentaje se dijo “satisfecha, es decir, 48 % calificó con 9 y 10 su satisfacción con la vida” y tan sólo el 7 % de la población adulta se considera “insatisfecha o poco satisfecha con la vida”.
Por otra parte, con una calificación promedio de apenas 5.4, este índice pone en relieve las preocupaciones y el descontento generalizado en relación con la seguridad ciudadana, un tema que continúa siendo uno de los desafíos más significativos para el país. El año pasado, también este rubro tenía la calificación más baja con la misma media de 5,4. y por debajo del 5,6, reportado en enero de 2022. De los 12 dominios considerados, ocho presentaron una disminución respecto a enero de 2022, mientras que cuatro mantuvieron el mismo nivel.
Los estados más asolados por la violencia, según la misma fuente, incluyen a Guanajuato, Colima, Zacatecas, Sonora, Baja California, Chihuahua, y Michoacán, donde las tasas de criminalidad oscurecen la percepción general de seguridad y bienestar entre sus habitantes. Este contraste entre la satisfacción obtenida de las relaciones personales y el ambiente doméstico, frente a la preocupación por la seguridad, dibuja un panorama complejo del estado actual del bienestar en México.