El increíble hallazgo de una escultura de atlante en un sendero de Chichén Viejo

Fotos: INAH

Este atlante es una de las piezas arqueológicas descubiertas en el camino que lleva hacía el Chichén Viejo. 

 

Hace unos meses se anunció la apertura de Chichén Viejo, la construcción más antigua de Chichén Itzá, que por cierto, abrirá sus puertas al público este sábado 2 de septiembre; de hecho se han presumido muchos de los hallazgos encontrados en esta zona arqueológica, entre los que destacan una ofrenda con cinco vasijas, una decoración a manera de ave y un atlante. 

La escultura del atlante fue hallada durante las labores del trazo y prospección del camino que conducirá a Chichén Viejo o Serie Inicial, sección de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán. Este descubrimiento forma parte del salvamento arqueológico vinculado a la construcción del Tren Maya, y a los 27 sitios cercanos a la megaobra.

Esta talla de piedra fue hallada en un complejo habitacional, y se suma a una serie de elementos que demuestran que hubo una importante base común entre la cultura de los mayas de Chichén Itzá, en los periodos Clásico Terminal y el Posclásico Temprano, y las del centro y noroeste de México central, aproximadamente en la mismas fechas, entre los años 800 y 1200 d.C., incluso después.

Esta escultura tiene todas las características de un atlante, con la distinción de que el  personaje masculino aparece con los brazos alzados, en acción de sostener un objeto, y es representado con un rico atavío compuesto por una cinta en la cabeza, un pectoral formado por cuatro hileras de cuentas de jade, orejeras largas y brazaletes

 

Llama la atención que “los rasgos de su rostro, los cuales lo vinculan, estilísticamente, a evocaciones huastecas” dice el comunicado de prensa, citando las palabras de Prieto Hernández, Director del INAH; que abundó que, por sus dimensiones (90 centímetros de altura y 45 centímetros de ancho), estas esculturas formaban parte de los altares sosteniendo bloques de piedra esculpidos en forma de mesa, elementos ubicados en estructuras ceremoniales.

Asimismo, el titular del INAH también presentó un video sobre los recientes descubrimientos registrados por el Proyecto Arqueológico Palenque, los cuales reafirman a este sitio arqueológico chiapaneco como ícono de la arqueología mexicana, referente y piedra angular del conocimiento de la cultura maya ancestral.

Durante los trabajos de estabilización del basamento y de cubierta del Templo de la Cruz Foliada, en el sureste del sitio, el equipo de investigación pudo comprobar que la edificación es anterior al 600 d.C., y localizar una ofrenda arquitectónica, consistente en dos vasijas, una de ellas con los restos óseos de dos neonatos, quizás, como símbolo de la vida floreciente.

En el 2018, en el Palacio se halló un adorno nasal, tallado en hueso humano, propio de gobernantes y sacerdotes; y en otra parte de este complejo arquitectónico, en lo que fuera un antiguo depósito de agua, se dio con una ofrenda ritual quemada, compuesta por una cabeza de estuco y de restos cerámicos y líticos, y junto con ella el gran descubrimiento: una singular cabeza del joven dios del maíz.

Por otra parte, el salvamento arqueológico vinculado al Tren Maya permitió localizar un taller de lítica en el que, entre 600 y 850 d.C., los palencanos producían sus herramientas para la caza, la guerra, la alimentación y el sacrificio.

Asimismo, al noroeste de la zona arqueológica se desarrollan nuevas investigaciones para ampliar el recorrido, después de la exploración de un par de adoratorios, se han localizado más de 70 enterramientos que evidencian la ubicación del primer cementerio en esta antigua ciudad.

Además, en lo que fue el campamento arqueológico se descubrió una veintena de cámaras, con varios nichos. Entre los entierros secundarios, se localizó el de una mujer, que tenía entre 25 y 28 años de edad al momento de morir, y otras osamentas que forman parte de las ofrendas de otro enterramiento, con un personaje de elite. Estos hallazgos son objeto de procesos de registro, limpieza, dibujo, fotogrametría y estudios especializados, lo que dará pistas para entender la vida de los antiguos palencanos.