Fotos cortesía de Marcos Cázares Valdéz
La representación de la Batalla de Puebla ya es Patrimonio Cultural de la CDMX.
Ya son 162 años de la histórica Batalla de Puebla, que se llevó a cabo el 5 de mayo de 1862, en la que el Ejército de Oriente triunfó sobre los franceses al mando del general Ignacio Zaragoza. Esta batalla será representada en su número 94, en el Peñón de los Baños, en la Alcaldía Venustiano Carranza, siendo la segunda vez que será celebrada por miles de habitantes y organizadores como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Ciudad de México este 2024.
El reconocimiento de esta representación como Patrimonio Cultural logrará mantener esta tradición como memoria y cultura viva. Además, se trató de la primera declaratoria emitida bajo la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural de la Ciudad de México, siendo la primera en la historia de la capital que nace acompañada de su respectivo Plan de Salvaguardia.
Además, por supuesto, de ser parte de la herencia cultural tanto de la Alcaldía como de todo el barrio de Peñón de los baños. Están muy cerca de cumplir un siglo de representación que conjuga historia con identidad nacional, a través de los atuendos de las tropas al ritmo de la música de viento y el estallido de la artillería que representan esta gesta heroica.
Esta representación ya es Patrimonio de todos y cada uno de los habitantes de Peñón, que desfila con escopetas heredadas, en la receta del mole que comparten con sus hijas, en los bordados de sus camisolas y en las flores rojas de sus sombreros.
En lo que respecta al Plan de Salvaguardia de esta herencia, establece los mecanismos de evaluación de riesgos y herramientas para su protección, promoción y difusión. Esta declaratoria también contempló una ceremonia cívica, el desfile, la escenificación de la ruptura de los Tratados de Soledad y el simulacro de la batalla en los Fuertes de Loreto y Guadalupe que causó aquel día la triple retirada del ejército francés considerado en ese momento el más poderoso del mundo.
Los organizadores de esta expresión, de carácter cívico-patriótica, toman como punto de partida el 5 de mayo de 1931, momento en el que esta tradición fue heredada de las comunidades de Nexquipayac en el Estado de México y San Juan de Aragón en la Ciudad de México.
Ahora que veas a la artillería desfilando con generales mexicanos, franceses, ingleses y españoles, recuerda que es una tradición que hace uso de acervos documentales, indumentaria y accesorios de época, así como música tradicional, una escenificación que cobra vida gracias a una importante organización comunitaria.