Carlos Cortéz Koyokuikatl: el artista chicano más importantes de Chicago

Fotos cortesía de National Museum of Mexican Arte

Carlos Cortéz Koyokuikatl fue un grabador y gran activista en los Estados Unidos.

 

Carlos Cortez fue un artista multidisciplinario dedicado a la poesía, grabado, fotografía, música, e incluso fue un muralista y activista político, miembro de la liga de Trabajadores Industriales del Mundo. Es un artista poco conocido en México, ya que nació en Milwaukee, Wisconsin siendo hijo de “un indio de pura sangre de México” y una madre socialista y pacifista alemana.

Además, este artista aprendió inglés, algo de alemán de su madre, pero nunca llegó a dominar la lengua de su padre; aunque en la posguerra trabajo como lavaplatos, albañil, empleado de tienda y peón en varias fábricas; hasta que se dedicó al arte como pintor autodidacta y alrededor de 1948 comenzó a enviar dibujos al Industrial Worker y a contribuir con historias ocasionales.

En los años 50 aprendió el medio por el que se haría más famoso: grabado. En la Industrial Worker tenía recursos limitados para convertir sus bocetos en planchas grabadas para usar en las prensas planas que producían el papel. Cortez notó que algunos colaboradores enviaban bloques de linóleo cortados que podían usarse directamente en la prensa. No le llevó mucho tiempo dominar las técnicas de creación de grabados en linóleo. Pero pronto, casi todas las ediciones del periódico incluyeron al menos una nueva impresión suya.

Con esto descubrió que los bloques de linóleo eran un elemento básico del arte de la Revolución Mexicana,  así que estudió y adoptó las técnicas y temas de artistas como José Guadalupe Posada, mezclándolos con los grabados de la socialista y expresionista alemana Käthe Kollwitz.

Cortés se identificó cada vez más con su herencia mexicana, india y campesina. A mediados de los años 60, ya tenía una larga carrera como ilustrador, escribía artículos, poemas y columnas, además de que aprendió a hacer bloques de impresión con casi cualquier trozo de madera desechado para mejorar su grabado.

Un amigo griego de Carlos, le dijo que debía conocer a su hermana en Grecia. De hecho, mantuvieron correspondencia varios años, ahorró dinero, dejó su trabajo y cruzó el océano como pasajero en un carguero para conocer a Marianna Drogitis, de la que se enamoró y se comunicaban con gestos y pocas palabras de alemán que tenían en común. Regresaron a EU en otro carguero, se casaron y se establecieron en Chicago en 1965. Marianna fue la modelo para sus xilografías, incluidos desnudos amorosos y voluptuosos.

En esa época fue cuando hizo más carteles sobre la Revolución Mexicana, en papel de la carnicería y se negó a firmar o numerar impresiones. De hecho, cuando sus carteles comenzaron a atraer la atención del mundo del arte comercial, hizo saber que si alguna vez comenzaban a venderse a precios inflados, imprimiría más para mantener el costo bajo. Incluso lo hizo como una disposición en su testamento para aquellos que tomaran posesión de sus bloques.

Asimismo, Carlos fue un mentor de una nueva generación de artistas. En 1975 ayudó a fundar el Movimiento Artístico Chicano, una de las primeras organizaciones de artistas latinos en la ciudad, además de que ayudó a fomentar el renacimiento del movimiento muralista en los Estados Unidos. También se convirtió en uno de los primeros patrocinadores del Museo Centro Mexicano de Bellas Artes, que se convirtió en el depósito de muchas de sus obras y tiene la colección más grande de su extensa producción en el mundo.  

En los años 80, se dedicó a la poesía, hacía lecturas ocasionales en cafés, librerías radicales y escribió la introducción o contribuyó en varios libros. En sus últimos años, el trabajo de Carlos fue ganando reconocimiento internacional. Ilustró la novela Brassero de Eugene Nelson. Sus grabados aparecieron en varias exposiciones itinerantes y se agregaron a varias colecciones permanentes e incluso hubo algunas exposiciones retrospectivas de su obra en el Museo Palacio de Bellas Artes.

Carlos quedó devastado cuando su amada Marianna murió en 2001. El 17 de enero de 2005 Carlos falleció rodeado de amigos y escuchando música