Foto destacada Cuarto Poder
La tradición de los tapetes florales de Patambam, ya es Patrimonio Cultural de la Unesco.
Según el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, este pueblo reunió a cuatro grupos de indígenas en torno a una zona llena de bambúes; por lo que se cree que la planta le dio el nombre al pueblo: Patamban procede de la palabra tarasca patamu, que significa “lugar de bambúes”. Aunque también se dice que el sufijo an de Patamban indica que se trata de un sitio donde residía un jefe o un hombre importante, anterior a la Conquista.
Se trata de una de las ciudades que han sido inscritas por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México en el Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial, debido a los increíbles tapetes elaborados con elementos naturales para la fiesta de Cristo Rey en la comunidad p’urhépecha, en un evento realizado en la Iglesia de San Francisco de Asís, localidad de Patamban, municipio de Tangancícuaro, Michoacán.
Este reconocimiento sirve para salvaguardar la tradición de elaborar tapetes que la comunidad indígena de Patamban; que se ha llevado a cabo desde hace varios años y que refleja la identidad, orgullo y creatividad de la comunidad. Año con año, la elaboración de alfombras y tapetes se lleva a cabo el último domingo de octubre de cada año, cuando la comunidad celebra la fiesta solemne en honor a Cristo Rey; así como el último domingo de noviembre, cuando concluye el año litúrgico antes del inicio del Adviento de la religión católica entre la comunidad de Patamban.
Este proceso comunitario es un gran esfuerzo de la comunidad de Patamban y ahora forma parte de la presentación ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (Unesco) de la candidatura multinacional para incluir la tradición de las alfombras florales y composiciones festivas de materiales naturales en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la que participan las comunidades alfombristas mexicanas de Patamban (Michoacán), Huamantla (Tlaxcala) y Uriangato (Guanajuato); así como las de Italia, Malta, Bélgica y España.
Esta iniciativa nace de la comunidad y que reconoce la salvaguardia de una tradición que representa la identidad, el orgullo y la creatividad del pueblo purépecha. Con lo que se motiva a las infancias y juventudes por la salvaguardia de sus tradiciones. Con el reconocimiento, asimismo, la comunidad adquiere el compromiso de salvaguardar su tradición de los tapetes que desde hace 80 años celebra la fiesta en honor a Cristo Rey.
Esta tradición preserva 148 metros de tapetes florales, en los que se plasman paisajes, rostros y símbolos relacionados con el Festival Internacional de Música de Morelia, adornan la calzada Fray Antonio de San Miguel en la capital michoacana, y regularmente se hace con el esfuerzo y creatividad de más de 70 artesanos de la comunidad de Tangancícuaro.
Además, se trata de una técnica ancestral y única a nivel mundial, en donde los artistas purépechas colocan cerca de 1 millón de especies de semillas y pétalos de diversas flores durante cerca de 12 horas, aunque antes tuvieron que dedicar 16 días a recolectarlos y prepararlos para ser utilizados.
Para elaborar los tapetes, es necesario elegir flores que brinden mayor duración, atravesar un proceso de recolección complejo, aprovechar bien los colores naturales de las flores, y evitar lo más posible