Foto destacada Aguscalientes de México
Aguascalientes está construyendo una gran tradición inspirada en La Catrina de Guadalupe Posadas.
La Catrina es un icono de la cultura mexicana, sobre todo el Día de los Muertos; aunque para los aguascalentenses es una figura cotidiana, que con su elegancia esquelética, personifica la celebración del creador de la muerte, con diversas expresiones relacionadas con este personaje creado por el grabador José Guadalupe Posadas.
Esto porque Aguascalientes, la capital de uno de los estados más pequeños del país, no tiene una población indígena que le rinda tributo al culto a la muerte; además de que la comunidad actual no está consolidada como un conjunto, así que encontraron la forma de hacer construir una tradición a partir de las expresiones culturales del siglo XX. Además, en Aguascalientes no hay celebraciones del Día de los Muertos, como sí las hay en Michoacán, Veracruz, Puebla u Oaxaca.
Así que esta ciudad retomó a la Catrina del grabador Guadalupe Posadas, en donde encontró el pretexto perfecto para iniciar una fiesta de Día de Muertos que, de alguna manera, funja como resistencia en torno a festividades extranjeras, en particular el Halloween, que en los años noventa de apertura económica con el Tratado de Libre Comercio estaban en boga.
Así fue que Aguascalientes tomó esta imagen y la incluyó en la Feria de San Marcos y el Festival de las Calaveras, una celebración de una semana con presentaciones musicales, obras de teatro, eventos deportivos, exposiciones plásticas, y degustaciones culinarias que celebran la cultura local. Dicho festival culmina con el alegre desfile callejero de calaveras, en el que bailarines disfrazados y enormes esqueletos de papel maché marchan por las calles de la ciudad, mientras decenas de carrozas viajan sobre la calle Madero antes de llegar a la Plaza de Armas.
A esto se suma la tradición de altares y ofrendas de comida para conmemorar a los muertos se hace a gran escala, y también se realiza una fiesta en la cercana isla de San Marcos, con artesanías y platillos tradicionales. Asimismo, desde 2007 existe El Museo Nacional de la Muerte es la casa de dos mil recuerdos macabros que la Universidad de Aguascalientes heredó de Octavio Bajonero Gil, incluyendo algunas de sus propias obras de arte.
La misión del Museo ha cambiado con el tiempo y su colección se ha dirigido a representar el papel histórico de la iconografía de la muerte y las artes funerarias dentro de la cultura mexicana, tanto contemporánea como antigua. Cuenta con muchas pinturas, esculturas, litografías e imágenes se utilizan en la señalética local para ilustrar puntos en el camino, dando coherencia a la relación de la cultura de México con la muerte, a través de imágenes en lugar de palabras.
Otra cosa que caracteriza al estado, es que se han colocado diversos monumentos a la catrina, así como esculturas gigantes que se exponen en diversos recintos y ferias de la Isla San Marcos, en honor a la calaca. Además de ser un homenaje a uno de los artistas plásticos con reconocimiento a nivel mundial, José Guadalupe Posada, autor de La Catrina.
En el magno desfile de Calaveras, con temática diferente cada año, participan carros alegóricos llenos de magia, belleza y misticismo que recorren la Avenida Madero, ubicada en el centro histórico.
Todo esto, con el fin de recordar a La Catrina, una figura que empieza a popularizar en el gobierno de Porfirio Díaz, en forma de textos de manera burlona y acompañados de dibujos de cráneos y esqueletos, que empezaron a reproducirse en los periódicos llamados de combate. Estas eran calaveras vestidas con ropas de gala, bebiendo pulque, montadas a caballo, en fiestas de la alta sociedad o de un barrio. Todas para retratar la miseria, los errores políticos, la hipocresía de una sociedad, como es el caso de “La Catrina”.
Ya que la palabra “catrín” definía a un hombre elegante y bien vestido, acompañado de alguna dama con las mismas características; este estilo fue una imagen clásica de la aristocracia mexicana de fines del siglo XIX y principios del XX.
Finalmente, la imagen de la catrina quedó inmortalizada en el mural de Diego Rivers, Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central; en donde aparece La Catrina, Diego Rivera (niño) y Frida Kahlo; a la derecha, José Guadalupe Posada.