Chamula: la comunidad que convirtió en ídolo religioso a la Coca Cola 

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San Juan Chamula es la comunidad que más Coca Cola bebe en todo el mundo. 

 

San Juan Chamula es de las regiones más lluviosas de México, pero la comunidad solo tiene agua corriente con un pequeño chorro que sale de una llave hiperclorada, así que no es agua potable. De hecho, el agua potable es cada vez más escasa en San Cristóbal de las Casas, en el sureste de México, donde algunos vecindarios tienen agua corriente solo unas cuantas veces a la semana y muchos hogares tienen que comprar pipas de agua extra, cuando pueden costearlo.

Es por eso, que muchos habitantes se hidratan con Coca-Cola, que cuenta con una planta embotelladora local, con mucha agua para hacer sus productos. En este lugar, los habitantes de San Cristóbal beben en promedio dos litros de refresco al día. El efecto en la salud pública ha sido alarmante, según el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fernando Obrero Martínez, en los últimos 20 años en Chiapas, la mortalidad por diabetes aumentó en 219 por ciento.

Pero en esta comunidad, la refresquera tiene permitido extraer 419 mil 774 metros cúbicos de agua al año, como parte de un contrato con el gobierno federal firmado hace varias décadas. Por supuesto, los ejecutivos de Coca-Cola tienen otras explicaciones: la urbanización veloz, una planeación deficiente y la carencia de inversión gubernamental, que ha dejado que la infraestructura de la ciudad se desmorone.

Ritual religioso con Coca-Cola

Diana Bagnoli/The Guardian 

Pero esto también ha rebasado, por bastante, la idea de las ‘empresas malvadas’ el cambio climática o la expansión urbana, ya que la comunidad de Chamula, ya creó un fenómeno en donde la Coca-Cola forma parte de algunos rituales religiosos, especialmente entre las comunidades tsotsiles, y su capacidad para producir eructos. 

Para los tsotsiles, el acto de eructar se asocia con la purificación del alma, convirtiendo así a la bebida gaseosa en un componente fundamental de diversos actos religiosos, cívicos y sociales. Así que los indígenas de San Juan Chamula le rezan a los santos entre sorbos de bebida de cola, sin importarles los estragos de la diabetes, la tercera causa de muerte en este municipio del estado mexicano de Chiapas.

A menudo se dice que el uso religioso de bebidas de cola en San Juan Chamula se remonta a los años 30 del siglo XX, cuando los misioneros buscaban alternativas para reducir los altos niveles de alcoholismo entre los indígenas locales, en particular de la etnia tzotzil.

Anteriormente, la mayoría de indígenas bebían un aguardiente llamado ‘posh’ para rezar y establecer una comunicación espiritual con sus santos, pero los misioneros lo satanizaron e influyeron el uso de bebidas de cola. El ‘posh’ es un destilado de maíz y caña de azúcar con piloncillo (panela) que se elabora de manera artesanal en las casas de San Juan Chamula y de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas.

Diana Bagnoli/The Guardian 

Pero cuando una parte de la población dejó el ‘posh’, pues se sustituyó por Coca Cola como una bebida celestial y sagrada que actualmente son comunes en los altares de la iglesia de Chamula. Con el paso del tiempo, esta decisión y otras relaciones, han mermado la salud de los habitantes de esta zona de los Altos de Chiapas, una de las más pobres del país, con altos índices de desnutrición y que ocupa el primer lugar en el país por consumo de refrescos de cola.

La diabetes ocupa el tercer lugar en las causas de mortalidad en Chiapas, después de los tumores malignos y las enfermedades del corazón, confirmó la investigadora Itandehui Castro Quezada, del colegio de la Frontera Sur. Peña Priego, que se ha dedicado al estudio de la diabetes en la zona de los Altos de Chiapas, asegura si bien las bebidas de cola se ha tocado de manera colateral, más que las muertes por diabetes, el tema son los porcentajes de personas enfermas.

La cantidad de gente que se enferma es de 46,4 por cada 100 mil y la tasa de mortalidad se ha ido incrementando a partir del 2008, apuntó el experto. Según datos manejados por estos especialistas, en la zona de Chamula, el consumo per cápita de bebidas de cola es el equivalente a unas dos latas diarias de 325 mililitros en promedio, el doble de los estándares mexicanos.

De esta manera podemos encontrar que, por un lado, está región de Chiapas está entre las más pobres del país con alto índices de desnutrición y al mismo tiempo es primer lugar en consumo de bebidas de cola. De nuevo, la mayoría de sus barrios y comunidades sufren la falta de agua en una zona donde una productora de refrescos ha instalado una fábrica para la que extrae poco más de un millón de litros de agua cada día.