Foto destacada Pesca ABC Con información de Verónica Santamaría / Animal Político
Ike-jime es una técnica de pesca milenaria que se está implementando en México.
El puerto de San Felipe es un destino con una comunidad de gran tradición pesquera, y ahora está surcando camino para construir una pesca sostenible que pueda preservar el hogar y a la vaquita marina, una especie endémica de la región y que por falta de protección y acciones gubernamentales para incentivar la pesca sostenible está en peligro de extinción; en gran medida por la pesca incidental de totoaba, un pez de similar tamaño a la marsopa mexicana.
En San Felipe habitan cerca de 20 mil personas, que desde hace muchos años han visto que la pesca ilegal es un problema que se ha incrementado con los años, poniendo en riesgo el ciclo de vida de las especies, la salud de los mares y la seguridad alimentaria de las personas que consumen el producto marino, pero también de quienes dependen económicamente de él.
En esta pequeña comunidad de San Felipe, existen organizaciones como Pesca Alternativa de Baja California, Pronatura Noroeste, que están dedicadas a educar, capacitar y llevar a cabo una pesca sostenible para el bienestar de todos.
Pesca ABC es una organización civil creada que lleva a cabo una técnica japonesa Ike-Jime, es decir, que no utiliza redes de pesca que afecten la vida marina silvestre para contaminar mucho menos el ecosistema.
El método de pesca japonés Ike-jime, suele garantizar que el consumidor final de los productos marinos, tenga un producto extraído de manera responsable y sostenible para los mares. El Ike-jime es una técnica de sacrificio de pescados que se utiliza en la Japón desde hace más de mil años. Consiste en pescar al pez con anzuelo, clavar un punzón en la cabeza para lograr la muerte instantánea y luego introducir un alambre afilado en la médula espinal a través de la aleta caudal, con el fin de abatir el sistema nervioso, reduciendo al mínimo el sufrimiento del pescado.
Finalmente, el pescado es sangrado a través de un corte en las agallas y enfriado lo antes posible para evitar el crecimiento bacteriano. Este proceso debe ser realizado por un pescador experimentado y hábil que conozca la anatomía del pescado para evitar errores que dañen al animal y alterar la calidad de su carne.
El objetivo principal del Ike-jime es preservar la calidad de la carne del pescado; al prevenir que el animal sufra, se evita que las glándulas de estrés se activen y se produzcan hormonas como la adrenalina y con ello la producción de ácido láctico. De este modo, se consigue que el producto pueda durar más tiempo en anaquel y mantenerse fresco durante más tiempo que la carne de un pescado sacrificado mediante técnicas comunes.
Además de preservar la calidad de la carne, el Ike-jime también es considerado una forma más respetuosa de tratar a los animales de consumo humano, ya que representa una muerte rápida y sin dolor. Este modelo de pesca sostenible lleva un par de años en acción, e involucra diferentes procesos y técnicas para generar una pesca sostenible con el uso de anzuelos especiales, y trato del producto final.
Pese a que el inicio del proyecto fue un poco difícil, especialmente tratar de hacer que los pescadores lo adopten, hoy en día hay más personas del sector interesadas en ser parte de este modelo. Sin embargo, hace falta que más empresas adopten el proyecto para comercializar el pescado que se obtiene.