Foto destacada Lesli Silveira
Mata Ortiz es considerada como la meca de las cerámicas más finas del país.
Mata Ortiz es una comunidad en las cercanías de la Colonia Juárez, Chihuahua; que además de ser conocida por su cercanía con las ruinas de Paquimé, es famosa por la cerámica que se produce, considerada como una de las cerámicas más finas del mundo.
La cerámica de esta región es el resultado del acervo cultural de la cultura precolombina de Casas Grandes, Paquimé, y de Juan Quezada Celado: el hombre que hizo posible el llamado “Milagro de Mata Ortiz” al recuperar antiguas técnicas de alfarería perdidas y compartir sus conocimientos con la gente de su pueblo natal. Esto creó un verdadero renacimiento de la cerámica en el suroeste y transformó el remoto pueblo rural mexicano de Mata Ortiz en un pueblo de artistas alfareros.
La cerámica Mata Ortiz tiene sus raíces en la época precolombina y los pobladores de Oasisamérica que abarcaba los estados de Utah, Colorado, Arizona, Nuevo México, Sonora y Chihuahua en el noroeste mexicano.
Entre el 100 a.C. y el 1400 d.C., aquí habitaron tres culturas principales: Anasazi, Hohokam y Mogollón. La alfarería Mata Ortiz es heredera de la cultura Mogollón; aunque hoy en día, la cerámica contemporánea de Mata Ortiz muestra elementos estéticos de las tres regiones oasisamericanas.
Buena parte del estilo de cerámica que se hace en Mata Ortiz, es la recreación de la cerámica Mogollón encontrada alrededor del sitio arqueológico de Paquimé. Juan Quezada Celado, aprendió por su cuenta a recrear esta cerámica antigua y luego la actualizó. A mediados de la década de 1970, Quezada vendía su cerámica y enseñaba a familiares y amigos a fabricarla, y la cerámica pudo penetrar los mercados estadounidenses gracias a los esfuerzos de Spencer MacCallum y más tarde Walt Parks junto con comerciantes mexicanos.
Fue en la década de 1990, que la cerámica se exhibía en museos y otras instituciones culturales y se vendía en elegantes galerías. El éxito de la cerámica, que se vende por su valor estético más que por su valor utilitario, ha sacado al pueblo de Mata Ortiz de la pobreza, y la mayoría de su población obtiene ingresos de la industria, directa o indirectamente.
Quezada revivió la cerámica de Paquimé por su cuenta. Descubrió muchas vasijas de arcilla, y al recrear la técnica descubrió el uso de arena y otros materiales gruesos como templador; e incluso perfeccionó la cerámica policromada a pesar de nunca recibir instrucción formal.
Las principales innovaciones se han producido en el diseño y decoración de las vasijas, ya que creó nuevas formas de vasijas y modificó los diseños pintados tradicionales para crear una apariencia más fluida.
Es por eso, que Juan Quezada es reconocido como el maestro alfarero de Mata Ortiz. En 1999, Quezada recibió el prestigioso Premio Nacional de Ciencias y Artes (categoría de artesanía y arte popular) de manos del presidente mexicano Ernesto Zedillo. Hoy en día podemos encontrar Cerámica Mata Ortiz en algunas galerías y museos de México,
Cerámicas de Mata Ortiz, de diferentes artistas y técnicas, son vendidas por miles de dólares. Muchas de las piezas más hermosas se cotizan en dólares porque la mayor parte de la producción va a Estados Unidos. Otros artistas destacados incluyen miembros de la familia de Quezada (Lydia, Nicolás, Noe y Damián Quezada), la familia Ortiz (Félix, Nicolás y Macario), Taurina Baca y Héctor y Graciella Gallegos, entre otros. Nicolás Ortiz, mejor conocido por crear piezas escultóricas.