Foto destacada Pueblos Originarios
Durante muchos años, el Códice Grolier fue considerado apócrifo por los expertos.
El Códice Grolier es uno de los más raros y hasta hace unos años era desconocido, al grado de que era un documento considerado apócrifo entre los expertos. Pero hoy en día, se ha convertido en el cuarto códice maya prehispánico que se conserva, uno de los manuscritos legibles más antiguos de todo el continente americano y el más estudiado en su materialidad.
Este códice se caracteriza por registrar el gran interés que los antiguos pueblos de Mesoamérica tuvieron por Venus, el objeto más brillante en el cielo después del Sol y la Luna. Sus sacerdotes-astrónomos se dieron cuenta de que la estrella de la mañana y la estrella de la tarde, es el mismo planeta. De ahí, que también sea llamado como el calendario venusino, ya que los signos de los días en el lado izquierdo de cada página coinciden perfectamente con los de las Tablas Venusinas del Códice Dresde. Cada página no representa el período entero de los 584 días como en el Dresde, sino una posición sinódica de ese período.
Otra de las cosas que caracteriza a este códice es que tiene un estilo híbrido con elementos de arte tolteca y maya, que plantea la cuestión de dónde podría haberse realizado -y otro motivo por el que se decía que era apócrifo. Se trata de 10 páginas con ilustraciones mayas sobre rituales, con una rara iconografía. Pero desde hace un tiempo se comprobó, en la Universidad Brown, en colaboración con expertos de Harvard, Yale y California-Riverside, que el Códice Grolier es auténtico y tiene más de 750 años.
Esto lo convierte en el más antiguo de los cuatro códices mayas, además, lo hace el manuscrito nativo más antiguo del Nuevo Mundo. En otra investigación publicada en la revista Arqueología Maya, investigadores mexicanos comprobaron que el papel usado en el códice es papel amate, y que efectivamente es del siglo XIII, de acuerdo con la prueba de carbono-14.
Desde hace algunos años, el Códice Grolier ha estado bajo resguardo en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la CDMX, y solo ha estado disponible para los investigadores. Es considerado como parte del acervo de “documentos raros”, los cuales pueden resultar dañados por la luz, una temperatura inadecuada y debe estar bajo una humedad controlada. Además de ser el documento más antiguo de América, tiene un alto valor para el conocimiento de los mayas.