La colonia Guerrero está íntimamente ligada a la historia de la ciudad.
El barrio de la Guerrero se llamaba colonia Bellavista y de San Fernando
, data de alrededor de 1873, año en que el presidente Sebastián Lerdo de Tejada ordenó la ampliación del Paseo de la Reforma; cerca del potrero que perteneció al Colegio de Propaganda Fide de San Fernando.
En el siglo XIX se empezaron a desarrollar las primeras colonias en la zona oeste de la Ciudad de México, y la Guerrero es una de las colonias más famosas del Centro Histórico, destaca por albergar en sus entrañas sitios como el Panteón de San Fernando, el Ex Convento de San Hipólito y el Museo Franz Mayer.
Aunque este barrio es conocido por “bravo” y es popularidad se debe en mucho por sus apartamentos y vecindades, que desde inicios del siglo XX han permeado la identidad de este paraje; aquí también han vivido personajes como Ángela Peralta, Antonio Rivas Mercado y Mario Moreno “Cantinflas”.
La nomenclatura de la colonia Guerrero es tan icónica como el barrio, ya que cuenta con personajes nacionales como “Lerdo”, “Degollado”, “Moctezuma”, “Matamoros”, “Arteaga” y “Rivas Palacios”. O están aquellas que aluden a cuerpos astronómicos como “Luna”, “Marte”, “Saturno” y “Estrella”. La calle Violeta es una arteria que desde 2015 logró que sus fachadas fueran pintadas con hermosos tonos de este característico pigmento que destaca tanto en escuelas, comercios así como casas y oficinas.
Algunos terrenos de la Guerreo formaron parte del viejo barrio mexica de Cuepopan. El primer templo que se fundó en el rumbo fue el de Santa María la Redonda en 1524. En 1667 se hizo una rotonda de que desde entonces se le conoce con el nombre de Santa María la Redonda. Las primeras casas de esta colonia datan de finales de la segunda década del siglo XIX. La demolición de parte del Colegio de San Fernando, que permitió en 1860 abrir el Paseo Guerrero (hoy Eje Guerrero), facilitó el crecimiento de la colonia.
En lo que es se conoce como Paseo de la Reforma Norte y las calles Moctezuma, Mosqueta, Camelia y otras más, estuvo el Panteón de Santa Paula que perteneció a la parroquia de Santa María la Redonda. En este templo enterraban a los muertos al interior de parroquias, conventos, atrios y criptas, de acuerdo a las costumbres medievales funerarias de la Nueva España.
Para 1787 se convirtió en un cementerio comunitario y para 1836 se convirtió oficialmente en el Panteón General de Santa Paula. Este lugar contaba con 37,800 m2 y se sepultaban personas de escasos recursos. Como signo de amabilidad, ahí enterró al primer Conde de Regla, Leona Vicario, doctor Cayetano Andrade, así como a cuatro héroes de la guerra de 1847.
Como el barrio tuvo la necesidad de constituir nuevos fraccionamientos, en 1881 el panteón fue lotificado y vendido un año después con miras a realizar ampliaciones en varias calles (Magnolia, Moctezuma, Magueyitos, Rinconada) y para 1900 el panteón se encontraba ya fraccionado. Por estas fechas la colonia creció de manera explosiva y los pocos habitantes que había eran los religiosos que ocupaban el entonces convento.
Pero en un periodo de trece años se construyeron cerca de 1,200 edificios y se calcula que habitó una población de 15,000 habitantes. Por aquí pasó el primer ferrocarril urbano que hubo en la Ciudad de México que viajaba a la Villa. El servicio se hacía con una maquinita y dos carros que salían de la Plazuela de Villamil, hoy Aquiles Serdán hasta la Garita de Peralvillo, tomando entonces la Calzada de Piedra o Calzada de los Misterios.
Durante muchos años Guerrero fue una colonia tranquila. Su transformación más revolucionaria se inició a partir de los años cincuenta donde se ampliaron varias avenidas, se dio la construcción ferroviaria de la estación de Buenavista, pero todavía el desarrollo arquitectónico de la colonia lo adornaban numerosos hoteles que atrajeron personas de diversas partes de la ciudad y del país.
El desarrolló comercial y cultural de la colonia fue impresionante, pero a raíz de los sismos de 1985, el Gobierno Federal expropio 286 inmuebles afectados para constituir viviendas para los damnificados. Sobre la calle Héroes 45 vivió su infancia y algunos años de su adultez María Antonieta Valeria Rivas Castellanos (1900-1931). Ella fue hija de Antonio Rivas Mercado, el arquitecto del Ángel de la Independencia, y de Matilde Cristina Castellanos Haff, pionera en el feminismo mexicano.
La historia de la Guerrero maneja dos dinámicas diferentes: la histórica y la popular. Hemos destacado la primera pero en la parte popular, se destacan los puestos de comida en la calle, el futbol en los parques, la gente afuera de sus vecindades: niños jugando, mujeres platicando y señores bebiendo cerveza. Es una esencia de barrio que permanece con los años.
Con varias joyas arquitectónicas emblemáticas como el exconvento y templo de San Hipólito, la iglesia de Nuestra señora de Los Ángeles, el hotel de Cortés, la iglesia del Inmaculado Corazón de María, situada en las inmediaciones del popular mercado Martínez de la Torre, esta colonia ofrece un sinfín de historias.
Fotos: México de ayer/David Guerrero
Aniversario 150 Colonia Guerrero
Este año la colonia Guerrero de la CDMX celebra su aniversario 150 con una serie de actividades culturales que se llevarán a cabo el viernes 28 de junio. Habrá caravana, develación de placa, talleres artísticos y mucho más. El itinerario quedó así:
-10:00 a 12:00 – Caravana de reinauguración con recorrido por las calles principales – punto de encuentro: Plaza de Santa Veracruz.
-13:00 a 13:20 – develación de placa conmemorativa – calle Lerdo esquina con Camelia.
-13:30 a 14:30 – evento cívico – Plaza de Los Ángeles.
-14:30 a 18:00 – talleres artísticos, trueque, pasarela de bodypaint y espectáculos musicales – Plaza de Los Ángeles.
Es importante resaltar que este barrio ubicado en el centro de la ciudad no solo es de los más antiguos, sino de los más importantes debido a sus edificios, museos, mercados, cantinas y oferta gastronómica.
Seguro has escuchado hablar de la Casa Rivas Mercado, Los Pozoles de Moctezuma, el Museo del Pulque y las Pulquerías, el Templo de San Hipólito Mártir o el Jardín de San Fernando. Estos son solo algunos de los lugares emblemáticos que esta colonia concentra.