Foto destacada: Gary Coronado
Los Ángeles, California fue parte de México, y hoy en día se preserva mucha cultura mexicana.
La ciudad de Los Ángeles, en el estado de California, Estados Unidos, se fundó en 1781 por españoles. Su nombre oficial simplificado fue El Pueblo de la Reina de los Ángeles, mientras que el gran nombre fue El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula.
A este lugar, llegó un pequeño grupo de administradores y autoridades españolas organizaron y llevaron a cabo la fundación del pueblo. Pero, los mexicanos de Sinaloa, Sonora y Jalisco, sobre todo, son los primeros residentes en esta zona, al grado de que las primeras familias de Los Ángeles, en su mayor parte, consideraban a Sinaloa y Sonora como la “madre patria” porque el alma de Los Ángeles se basaba en la mano de obra de los ciudadanos de Sinaloa y Sonora.
Se le llamó Expedición Rivera a los 44 colonos y varias docenas de soldados que llegaron a una pequeña área de Los Ángeles. El grupo de los nuevos habitantes estaba formado por once familias: 11 hombres, 11 mujeres y 22 niños de varias castas españolas; en donde había un español nacido en España, un criollo, un mestizo, 2 personas de ascendencia africana completa, 8 mulatos y 9 indios americanos.
Durante mucho tiempo, este lugar se llevó sin complejidades, o no más complejidades que había en la época. El pueblo tuvo su propia parroquia y el segundo templo se comenzó a construir en agosto de 1814. La parroquia de Los Ángeles era parte de la Arquidiócesis de Sonora, hoy Arquidiócesis de Hermosillo.
Para 1821, las cosas tomaron un rumbo diferente, California era una de las tres provincias interiores que tenía México al norte de Río Grande junto a Texas y Nuevo México, cuando este país obtuvo su independencia. El gobierno secular mexicano pronto acabó con el sistema de las misiones y muchos de los asentamientos fueron abandonados, manteniéndose poco cohesionada la sociedad de los californios. En esa época, la capital del gobierno mexicano estaba en Monterrey, la otrora llamada San Carlos del Monterrey.
Pero la apertura de los mercados de China, tras la campaña inglesa de la Guerra del Opio, y de Japón, tras la expedición del comodoro Pearry, hizo muy atractiva la California para los Estados Unidos, que ya se habían repartido el antiguo territorio de Oregón actuales estados de Washington, Idaho y Oregón con Inglaterra, zona de la actual Columbia Británica.
Para 1825, el control mexicano sobre la Alta California o Nueva California, se acabó cuando un grupo de estadounidenses mandados por Richard Henry Dana y Sutter más el coronel Mariano Vallejo, integrantes de la sociedad secreta del Black Bear declararon el 14 de junio de 1846 la independencia de la República de California. Casi inmediatamente los rebeldes permitieron la ocupación de éste por las fuerzas estadounidenses que estaban en guerra con México; aun así en la Alta California se produjo una de las pocas victorias mexicanas.
Debido a la cantidad de personas que hablaban español en esta zona, la Constitución de California fue escrita en español e inglés en 1849, lo que refleja la importancia del español en la historia e identidad de California. Más tarde, la derrota mexicana en la Intervención Estadounidense en México obligó al gobierno mexicano por el Tratado de Guadalupe Hidalgo a ceder California a Estados Unidos, junto con las demás Provincias Interiores, en 1848.
California oficialmente se convirtió en un estado en 1850 y desde ese entonces la capital se localizó en Sacramento, sustituyendo a Monterrey. Durante algún tiempo se apoyó la idea de dividir al estado en dos: uno esclavista y otro “libre.” Tal como ocurrió con Texas y Nuevo México al ser transformados en territorios estadounidenses. Una de las primeras medidas aprobadas por la legislatura de California fue la prohibición del matrimonio entre personas de distinta raza, permitida en la época española y mexicana. Manteniéndose esta prohibición hasta 1948
Según los últimos censos de Estados Unidos, en Los Ángeles hay más de 1,2 millones de residentes que se identifican como de origen mexicano y constituyen alrededor de un tercio de la población de la ciudad. La calle Olvera es un centro cultural mexicano-estadounidense.