Foto destacada: Nahum Delgado/El Sol de San Luis
Las Festividades de El Saucito son una gran tradición del norte de San Luis Potosí.
El Saucito es uno de los destinos más visitados en San Luis Potosí, y en los últimos años se ha consolidado como una de las zonas más populares y conocidas. Se caracteriza por su hermosa iglesia. Este lugar se llamaba “Las Encinillas”, levantaron los franciscanos del convento de Tlaxcala una ermita alrededor de 1820, en ese entonces era un lugar completamente perdido entre los mezquites y pirules.
Debido a la riqueza dancística y religiosa de este lugar, se hizo la petición para que este poblado pueda ser reconocido de sus fiestas patronales a través de la declaratoria estatal de Patrimonio Cultural Inmaterial. Particularmente por las Fiestas Patronales en Honor al Señor del Saucito o Señor de Burgos, y con la intención de fortalecer la identidad del Saucito, y celebrar a los participantes anuales en esta tradición.
La fiesta patronal del Saucito se realiza en honor a la imagen de Nuestro Señor de Burgos, también conocido como Nuestro Señor del Saucito, al que se le atribuyen diversos milagros en salud y causas complicadas; la cual se realiza cada año entre los meses de febrero y marzo.
La festividad se lleva a cabo con varias actividades como la bajada de imagen, rezos y danzas que se desarrollan en torno a la celebración principal que se realiza cada primer domingo de marzo desde 1956. Es un festejo que dura un mes, en donde a lo largo de estos días participan danzantes de diferentes compañías locales, estatales y nacionales, con peregrinaciones hasta el santuario, en agradecimiento.
Este lugar es bastante popular por el templo en honor al Señor del Saucito o Señor de Burgos, que es un santuario reconocido en todo México por la Imagen del Señor de Burgos fabricada a partir de un tronco de árbol de sauce. La devoción a esta imagen se creó a partir de su supuesta aparición, y dio origen a dos inmuebles que contribuyen a darle identidad al norte de la ciudad, uno es pequeño y modesto, construido en 1826, y el otro se inició en 1880 y fue concluido hasta 1955.
En la actualidad es uno de los templos más visitados en la capital potosina, acompañado de varios devotos que no dejan de visitarlo, pues se cree que es un sitio “milagroso”. Asimismo, es un pequeño museo con sala de exposiciones, que exhibe una colección de exvotos, algunos que datan del siglo XVIII.
Las fiestas del Saucito forman parte de la identidad y memoria colectiva de los vecinos del Saucito, por lo que su declaratoria es una forma de volver a ponerla en valor. y si te animas a visitar El Saucito, no olvides comer las exquisitas tostadas borrachas, la comida más reconocida y tradicional del barrio de El Saucito, pues hace más de 30 años se comenzaron a preparar y a comercializar en las inmediaciones de la plazoleta de la entonces colonia. Además, de las gorditas de horno y un buen pulque de San Luis Potosí.
