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Nikkei “hijos del sol” es el nombre con el que se designa a los emigrantes de origen japonés y a su descendencia.
Yūrei significa Fantasmas, fantasmas japoneses; espíritus apartados de una vida pacífica tras la muerte, debido a algo que les ocurrió y que deambulan en pena. Con este documental, la realizadora Sumie García hace referencia a los fantasmas del folklore japonés, y toma inspiración del teatro Noh y la danza tradicional Butoh para reflejar en la obra los vacíos y silencios históricos entre los migrantes y sus descendientes en México.
Esta artista visual y cineasta, hace una exploración sobre estas apariciones y el efecto que tienen el paisaje, el tiempo y los secretos sobre nuestras identidades personales y colectivas. Lo más hermoso de este documental es que está contado a través de la danza, tejiendo hilos entre los testimonios de migrantes japoneses y paisajes de la República Mexicana; haciendo de las coreografías el medio para narrar emociones inexplicables.
Estos fantasmas del Japón llegaron a poner en evidencia que la danza en México es una expresión cultural profundamente arraigada a nuestras costumbres que resulta de la mezcla entre influencias indígenas, europeas y africanas. Además, se trata de un proyecto que nos presenta a los mexicanos japoneses y el impacto perdurable del silencio histórico en sus descendientes, se retrata a través de testimonios íntimos y una exploración del paisaje y coreografía; cuestionando la formación y teatralidad de la identidad individual y colectiva.
Este documental nos lleva a diferentes zonas de México: Temixco, Perote CDMX, recorriendo de norte a sur del país. Sumie García, es una artista cuyo trabajo ha sido exhibido en más de 15 países. Es una artista nominada al Ariel, que tiene varias becas y que hoy en día forma parte del Sistema Nacional de Creadores. Y en este documental nos lleva por un viaje experimental resalta lo onírico para invitar al espectador a reflexionar, maravillarse y soñar.
Sobre todo, es una película que explora los efectos del pasado en los descendientes de esta migración, en donde la danza se convierte en un elemento que muestra las emociones reprimidas del pasado y el presente. Además, es una forma de mostrar cómo se sigue transmitiendo la cultura, salvando tradiciones y cómo se construye una nueva identidad que crea una memoria colectiva.
A través de una visión paisajista y vivencial, García nos comparte una pequeña parte de la experiencia de los migrantes japoneses en México. Este documental se estrenará el día 11 de julio en salas de cine de Ciudad de México, Guadalajara, Estado de México, Playa del Carmen, San Luis Potosí, San Cristobal de las Casas, sin embargo se pide al público estar atento, ya que aún quedan más ciudades por confirmar. El documental llegará a salas de cine comerciales próximamente bajo el sello de distribución Pimienta Films.