Descubren en AIFA restos arqueológicos de una comunidad prehispánica desconocida

Foto destacada: INAH

Más de 104 entierros hallados que nos hablan del pasado prehispánico de una comunidad.

 

La construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), trajo muchos restos que de otro modo no hubieran podido ser hallados, quizá nunca. Este es el caso de más de un centenar de restos óseos humanos descubiertos en terrenos de la antigua Hacienda de Santa Lucía, mismos que revelan aspectos de la vida en dicha área durante la época prehispánica.

Hoy en día, se han acabado parte de los análisis antropofísicos, realizados por el equipo de la Sección de Bioarqueología de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Jorge Arturo Talavera González.

En estos estudios, se pudo hacer una clasificación exhaustiva: 112 esqueletos provenientes de 104 enterramientos, recuperados de los sitios denominados “Tlatel 7” y “Sin Cuadrícula 5”, ambos de cronología Coyotlatelco (600-900 d.C.), y “Xaltocan polígono 6”, del periodo Posclásico Tardío (1200-1500 d.C.). La colección de “Tlatel 7” consta de 19 esqueletos, en estado de conservación regular, los cuales corresponden a 12 personas adultas (siete mujeres y cinco hombres), de entre 25 a 35 años, al momento de morir, y el resto a infantes y a un adolescente.

Pero el hallazgo más sobresaliente de este sitio es el esqueleto de una mujer de entre 35 y 40 años de edad, proveniente del “Entierro 4”, el cual presenta una fractura en la parte inferior del brazo izquierdo (pseudoartrosis) que, prácticamente, corresponde a la amputación del miembro, que debió ser extremadamente dolorosa.

“Lo interesante es que las huellas de los huesos muestran crecimiento del tejido óseo, lo que indica que además de que la mujer sobrevivió entre cinco y siete meses, después del evento traumático, se le colocó una prótesis para ayudarla a estabilizar el brazo y sanar, lo cual era imposible sin cirugía, por lo que finalmente falleció, posiblemente, a consecuencia de una infección”, detalló Talavera González.

Al respecto, puntualizó, “formulamos dos hipótesis sobre este suceso: la primera es que la mujer reaccionó de manera instintiva ante un ataque y utilizó el brazo para cubrirse el rostro; y la segunda, es que era una guerrera que, al cubrirse con un chimalli (escudo), sufrió la lesión”. Cabe destacar que los siete entierros femeninos referidos presentan traumatismos en cráneo y nariz, lo que refuerza la teoría de una población de combatientes.

En tanto, en el sitio de Xaltocán se contabilizaron 58 enterramientos humanos, de los cuales, algunos eran colectivos, por lo que sumaron 66 individuos, la mitad de ellos correspondieron a infantes y algunos a fetos. “Es la primera vez, en 13 años que llevo en esta sección, que me encuentro con tal cantidad de esqueletos infantiles, en estado de conservación regular”, lo que revela un alto grado de mortandad infantil.

“Nuestra teoría es que, debido a que Xaltocán tenía conflictos con Cuautitlán, es probable que las niñas y niños del lugar estuvieran sometidos a un estrés constante que, aunado a una mala alimentación, los debilitó”. De los 66 individuos, destacó el antropólogo físico, se tiene el caso único de un esqueleto masculino, de entre 18 y 20 años de edad, con probable poliomielitis o dislocación congénita de cadera, el cual será analizado con especialistas en biomecánica del Instituto Nacional de Rehabilitación, para determinar la manera en la que se movía.

Finalmente, detalló, en el sitio “Sin cuadrícula 5” se hallaron 27 esqueletos, de los cuales 19 corresponden a mujeres y 11 a hombres. Los entierros recuperados son resultado de las excavaciones emprendidas durante el Proyecto de Salvamento Arqueológico en las obras del AIFA. El análisis del material arqueológico se realizó de noviembre de 2021 a marzo de 2024, y se entregaron dos informes sobre los estudios de antropología física al Consejo de Arqueología del INAH.