Restauran el único mascarón maya que ha sido descubierto en Oxtankah 

Foto destacada: INAH

Este mascarón maya es único en Oxtankah y es la representación de un jaguar.

 

En 1997 se descubrió el único mascarón de estuco modelado que todavía se conserva in situ en la antigua ciudad de Oxtankah. Como parte de la iniciativa de investigación en el sitio, se ha considerado prioritaria la conservación de este bien, al igual que la de los restos de enlucido de la capilla del siglo XVI, ubicada al final del recorrido de visita.

El arqueólogo encargado, Pantoja Díaz, explicó en un comunicado de prensa, que el mascarón representa a un jaguar estilizado, posible representación del Witz (el cerro de los mantenimientos en la concepción maya). Esta imagen, datada hacia el periodo Clásico Temprano (200-650 d.C.), “le da al edificio una importancia simbólica relevante, ya que tiene una planta laberíntica y con orientación de la fachada hacia el este, rumbo que marca el nacimiento del nuevo día”.

Asimismo, la especialista Cristian Hernández Ortega hizo la evaluación preliminar y la intervención directa de los bienes muebles y bienes asociados al inmueble, incluido el citado mascarón prehispánico, para recuperar su estabilidad y revertir los daños causados por el tiempo.

Esto fue posible revisando informes de finales de los años 90, que dieron más detalles de las intervenciones que tuvo el mascarón, un elemento frágil que además resultó afectado por el paso del huracán Dean, en 2007, que derribó la palapa que lo protegía, y recibió una precipitación pluvial inusitada que elevó su concentración de humedad.

En cuanto a la intervención hecha al mascarón, Hernández Ortega precisa que, primero, se hicieron calas estratigráficas para reconocer los tipos de materiales, “era necesario ver qué era original y qué no. Así identificamos reposiciones, algunas de ellas hechas con cemento, lo cual constatamos con fotografías de 2015-2016, en las que se observa la reposición de un elemento con este material”.

Se llevó a cabo un tratamiento del estuco modelado, se comenzó con una limpieza del repinte, a base de agua-alcohol e hisopo rodado, lo que permitió delimitar el resane, del original. Se consolidó y resanó y le fue colocado un aplanado, para evitar la proliferación de microorganismos en los poros de la piedra. También se recanalizaron las caídas de agua hacia los laterales, a fin de evitar exponer el estuco a la lluvia.

Por último, también se hizo la restauración de cuatro incensarios recuperados en la Estructura 1 de Plaza Abejas. Debido a que las piezas fueron “matadas” (destruidas intencionalmente) en época prehispánica, se requirió de un registro pormenorizado de cada fragmento para armar estos “rompecabezas”, que corresponden a figuras antropomorfas, quizá representaciones de divinidades mayas.