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Un hallazgo arqueológico de hace 20 años, permitirá preservar las plantas nativas mexicanas.
El túnel de la pirámide de la Serpiente Emplumada en Teotihuacán, le dio un regalo fabuloso a la preservación de las plantas mexicanas nativas; ya que en 2003, en dicho sitio, se encontraron más de 500 ofrendas, entre semillas, objetos y diversos ramos de flor de cempasúchil; se espera que esos ramos sean la esperanza de los arqueólogos, para que sea posible rescatar la flor nativa.
Dicho hallazgo se dio en octubre de 2003, cuando el arqueólogo Sergio Gómez Chávez descubrió este túnel con más de dos mil años de antigüedad. Lo hizo a través del proyecto Tlalocan, uno de los hallazgos más importantes en el país y en América Latina. Ahora trabaja todo un equipo interdisciplinario que podría rescatar la flor nativa de cempasúchil, conservar esta semilla para que los productores capitalinos y del país dejen importar la flor del extranjero.
Los ramos de cempasúchil están datados con dos mil años de antigüedad y se espera que de ese ejemplar sea posible extraer el ADN para asegurar que es una planta antigua y mexicana. Esto se dio a conocer en una entrevista del periódico El Sol de México, en donde se detalló que mediante el “Proyecto estratégico para la conservación de Cempasúchil”, se realizarán pruebas a la flor para determinar su origen, morfología y características e información que servirán para probar que es nativa del país.
También se espera que sea posible recrear diferentes semillas como maíz, cacao, chía, frijol, calabaza y estos ramos tagetes, de cempasúchil. Se trata de un hallazgo sin comparación, ya que es un banco de semillas nativas que se pueden conservar para los productores locales, quienes tendrán que dejar de comprar a otros países, además de preservar una de las flores más emblemáticas y representativas de la cultura de México.
En este proyecto de rescate participa un grupo interdisciplinario de investigadores y diversas instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr), la Universidad de Chapingo, el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Tecnológico de Monterrey y productores de flor de cempasúchil.
Páez Gerardo explicó que la extracción del ADN y el proceso de investigación se realizará a través de rutas estratégicas a largo plazo, con la finalidad de defender el patrimonio cultural y genético de la tradicional flor, pero sobre todo para que los productores puedan generar híbridos de estas semillas.
La Comisión de Recursos Naturales apuesta por el rescate y preservación de las semillas nativas, por lo que busca que esta antigua flor forme parte de “La Casa de Semilla Toxinachcal”, que actualmente preserva 2 mil 233 tipos de semillas de cultivos como huazontle, amaranto, frijol, haba, romerito, chile, entre otros.
La CDMX cuenta con un catálogo de especies nativas conformado por 98 árboles, arbustos y herbáceas mexicanas, y muchas plantas y proyectos que se pueden encontrar en el vivero Nezahualcóyotl de Xochimilco. De hecho, en la ciudad hay muchas áreas naturales protegidas, áreas de valor ambiental y camellones en donde es posible encontrar estas especies, en Calzada de Tlalpan, Churubusco, Viaducto Tlalpan, en la alcaldía Iztapalapa, en dos estaciones de Metrobús y en algunos Pilares en la alcaldía Tláhuac.
En el vivero se guardan los lotes de semillas para hacer germinaciones a largo plazo. En el Vivero Nezahualcóyotl se lleva a cabo una selección de la paleta vegetal más adecuada para el suelo urbano. El vivero ocupa 58 hectáreas de las cuales 14 están en producción.