Estas esculturas en CDMX fueron creadas para los Juegos Olímpicos del 68.
Algunos espacios de la Ciudad de México, como ya lo habrás notado, yacen perdidos en los años setenta. En 1968, en la urbe se hicieron los primeros y únicos juegos Olímpicos celebrados en el país hasta hoy. En ese tiempo se le hicieron muchas adecuaciones a la ciudad, entre ellas, una incorporación de arte urbano sin precedentes.
Hoy, estas intervenciones yacen modernistas y nostálgicas en el corredor escultórico más grande del mundo, de 17 km de longitud, “La Ruta de la Amistad”. Ahí están erguidas 19 esculturas de artistas de todo el mundo que hicieron sus creaciones para la primer Olimpiada que a la par propuso una Olimpiada Cultural. Así, simultáneamente se hacían las competencias deportivas pero también algunas propuestas más creativas desde el arte.
La Ruta de la Amistad fue parte de este proyecto, y el resultado fue un vestigio realmente valioso, pues los artistas conjugaron una tendencia modernista, y quizá sin intención de por medio, hicieron una reinterpretación que curiosamente se asemeja a la estética del arte de las culturas prehispánicas.
Aunque las esculturas en su mayoría se tratan de figuras geométricas, hay algo en ellas que llevan un esencia íntima muy precolombina; algo mexicano casi inefable.
Para que las esculturas no quedaran en el abandono se han hecho hoy nuevos programas para que las personas sigan disfrutándolas. Gracias al Programa de Intervenciones de la Ruta de la Amistad hoy se organizan conciertos, performances, y hasta obras de teatro en algunos espacios aledaños de las esculturas e incluso al interior de recintos-esculturas como el trabajo La Torre de los Vientos del uruguayo Gonzalo Fonseca.
El proyecto se gestó como una aportación permanente a la capital; y fue elaborado en el marco de los Juegos Olímpicos de México 68, por artistas de diferentes nacionalidades. La ruta está conformada por esculturas de artistas de 18 países, que están colocadas en diversos puntos de Periférico Sur.
El decreto que reconoce al conjunto escultórico como patrimonio, fue publicado en la Gaceta Oficial
y reconoce que desde su origen, la Ruta de la Amistad fue el mayor evento de la Olimpiada Cultural de México 68.
En el evento en el que se dio a conocer la declaratoria, presidente del patronato Ruta de la Amistad AC, Luis Javier de la Torre González; destacó que no existe otro conjunto escultórico como este en el mundo. “Hay algunos proyectos que se asemejan pero no llegan a este contexto y sobre todo, no la copiamos; esto nació de nosotros, nació de la creatividad de los mexicanos en el tiempo de México 68. Quisiera agradecerle profundamente a la Ciudad de México que le dé su primera acta de nacimiento a la ruta después de 50 años”.
- Señales (México), de Ángela Gurría
- El Ancla (Suiza), de Willi Gutmann
- Las Tres Gracias (Checoslovaquia), de Miloslav Chlupác
- Sol (Japón), de Kiyoshi Takahashi
- El Sol Bípedo (Francia/Hungría), de Pierre Szekely
- Torre de los Vientos (Uruguay), de Gonzalo Fonseca
- Hombre de Paz (Italia), de Costantino Nivola
- Disco Solar (Bélgica), de Jacques Moeschal
- Disco Mágico (Estados Unidos), de Todd Williams
- Reloj Solar (Polonia), de Grzegorz Kowalski
- México (España), de José María Subirachs
- Janus (Australia), de Clement Meadmore
- Muro Articulado (Austria-Estados Unidos), de Herbert Bayer
- Tertulia de Gigantes (Holanda), de Joop Beljon
- Puerta de Paz (Israel), de Itzhak Danziger
- Sin título (Francia), de Olivier Seguin
- Charamusca Africana (Marruecos), de Mohamed Melehi
- Sin título (México), de Jorge Dubon
- Puertas al Viento (México), de Helen Escobedo
- Sol Rojo (Estados Unidos), de Alexander Calder
- Hombre Corriendo (México), de Germán Cueto
- Osa Mayor (México-Alemania), de Mathias Goeritz
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