Porfirio Díaz fue el prócer del ferrocarril y de la industria cervecera en México

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La cerveza es una de las bebidas favoritas de los mexicanos, gracias al ímpetu de Díaz en el desarrollo de la industria.

 

Tomar cerveza ya forma parte de nuestra cultura y tradición. Pero la historia de la cerveza en México tiene muchas aristas. Aunque fue traída por los españoles durante la conquista, en realidad no fue bien recibida por los pobladores mesoamericanos; aunque tuvieron qué pasar varios años para que fuera glorificada y popularizada en todo el territorio nacional, gracias al capricho de este presidente. 

Como los pueblos prehispánicos tenían bebidas alcohólicas como el pulque, el tejuino, el pozol, el atole agrio y otras técnicas de elaboración como el tepache y el pozo, la población del país estaba poco abierta a consumir fermentos como la cerveza. Además, de que las bebidas mexicanas formaban parte de los productos autóctonos tanto como de ceremonias religiosas. 

Fue durante la época de la Conquista, con la llegada de la tercera expedición española a manos de Hernán Cortés en 1519, que llegaron los primeros barriles de cerveza. Una bebida popular en Europa, que los españoles introdujeron al territorio azteca y en 1542, formarían la primera cervecería a nombre de Alfonso Herrera, instalada en Amecameca, Edomex, la Hacienda del Portal y que fungió como la primera cervecería de toda América a las faldas del volcán Iztaccíhuatl, en donde se aprovechaba el agua cristalina del deshielo que bajaba del volcán para fabricar cerveza. 

 

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Pero durante muchos años, la cerveza en México fue costosa, siendo pocos los que la consumían. De hecho, solo algunas órdenes religiosas fabricaban cerveza para autoconsumo, aunque el paso del tiempo y el uso de técnicas más sofisticadas, además de utilizar productos como la malta, lúpulo y levadura, contribuyó a que se hiciera cerveza de mayor calidad.

Durante mucho tiempo, la cerveza fue considerada como la bebida más “apropiada” a los valores cristianos, pues a final de cuentas el pulque era utilizado en aquellos rituales que consideraban “paganos”. Definitivamente la preferencia histórica de la cerveza en México también está ligada al contexto histórico de factores religiosos y culturales. 

Pero la llegada de Porfirio Díaz a la presidencia de México, sería un punto clave en el crecimiento de la industria cervecera en el país y la casi desaparición del pulque. Díaz le dio gran apertura comercial a la cerveza e incrementó la producción, haciendo que los costos de la cerveza bajaran y que la bebida se hiciera popular entre las clases sociales bajas. Además, abrió al mercado internacional y realizaron inversiones millonarias, las cuales contribuyeron a fortalecer la industria cervecera mexicana.

Con estas acciones, la cerveza se volvió un producto más accesible para muchas personas, dejó de ser visto como un producto exclusivo para la alta sociedad y Porfirio Díaz, en su afán por europeizar al país, terminó por facilitar el consumo de la cerveza y sustituir al pulque gracias a las campañas de estigmatización del pulque. La industria cervecera señalaba que el proceso de elaboración del pulque recurría a actividades antihigiénicas. Acto que terminó por lapidar a la industria pulquera. 

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Asimismo, Porfirio Díaz hizo que bajaran las importaciones de cerveza haciendo que se destacaran las marcas mexicanas que llevaban años en el mercado. Durante el Porfiriato, período en que gobernó Díaz, las cervecerías Hospicio de los Pobres, Toluca y México, Pila Seca y Cruz Blanca (todas de dueños extranjeros) tendrían un gran éxito. 

En 1899 se inauguró la “Compañía Cervecera Porfirio Díaz de Cuernavaca”, una cervecería nombrada en su honor por unos empresarios alemanes. En aquel año de su fundación se tenían registradas 72 cervecerías en todo el país y era considerada la séptima más productiva del país. Para 1932 la cervecería dejaría de funcionar, debido a múltiples problemas que se suscitaron durante la Revolución Mexicana. 

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El presidente Díaz le dio un gran impulso al desarrollo cervecero del país, al grado de que Cervecerías como Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma se posicionaron como fábricas que consolidaron la industria. Para finales de 1899 cinco empresas dominaban el mercado, las cervecerías Chihuahua, Toluca, Cuauhtémoc, Sonora y Moctezuma. Juntas controlaban el 74.61% de la producción nacional. 

Sin duda alguna, la cerveza en México es un producto de identidad nacional. Una bebida con un valor social y cultural incalculable. A través de su consolidada industria, la cerveza mexicana es una fuente considerable de empleo y un producto de exportación significativo. Un producto con impacto directo en la economía local y nacional. La cultura cervecera en nuestro país debe ser motivo de orgullo, pero también de reflexión para los años venideros.