Botellita de Jerez, la neta de la banda más chilanga y el guacarrock & Roll 

Foto destacada: Botellita de Jerez

Botellita de Jerez se adelantó a nuestro tiempo, hoy en día “todo lo naco es chido”.

 

Sin Botellita de Jerez, el rock mexicano no sería guapachoso, no tendría la rica fusión de elementos, ni la jerga que caracteriza a bandas como Café Tacvba, La Cuca, Molotov o El Gran Silencio. Se trata de las primeras bandas en crear una rica fusión de sonidos mezclados con mariachi, cumbia, corridos y letras coloquiales de los barrios más underground de la Ciudad de México.

Aunque nunca fueron grandes virtuosos musicales, Sergio Arau, Francisco Barrios y Armando Vega Gil, son los padres putativos de varias agrupaciones de rock mexicano, y hoy en día se considera una banda única y en uno de los principales eslabones de rock en español.

Uno de los grandes legados de esta banda es el Guacarrock, en donde lo naco es chido. Esta banda tiene su momento más épico en los 80s, en donde el rock en México tenía poca o nula promoción, y era visto como parte de la vida de drogadictos y mal vivientes, lo que hasta cierto punto no era mentira. 

Además, lo que caracterizó a Los Botellos era hacer que Chava Flores se volviera un punk tropical irreverente, sencillo, sarcástico, en donde se destacaba la lucha de clases sociales, el malinchismo, la corrupción, los abusos policiales, la criminalidad y claro, el amor, el relajo y una actitud humorística. A lo largo de los años, esta banda se hizo cada vez más tropical en su repertorio al grado de tener diversas participaciones en contenidos de Televisa, e incluso en la novela “Alcanzar una Estrella”, aspectos que fueron criticados por su fanaticada.

No fue una banda con mucha gloria en la venta de discos, ni en la ganancia de entradas, ni siquiera en ofrecer grandes presentaciones. De hecho, solo tienen unos pocos discos en su haber, poco conocidos y escuchados por el grueso de la población y de hecho, una de sus canciones más famosas Alármala de tos, es más conocida porque la canta Café Tacvba, que ellos mismos; además, siendo honestos, es una versión mejorada. 

Pero eso no les quita ser de las bandas pioneras en cantar sobre lo hilarante de la lucha libre e influenciar en muchas bandas posteriores, gracias a su fusión de ritmos populares mexicanos, justo se trataba de hacer un guacamole con el rock, o para la época de hacer un guacala, hacerle fuchi al rock purista, incorporar la guasa al blues, a través de ritmos sucios y poco virtuosos. 

Pero no solo el discurso de Botellita de Jerez era kitsch y barroco, también su aspecto y actitud lo era. Fueron los primeros punks tropicales, añadían detalles de la estética de los charro, espuelas en los tenis, tatuajes con detalles nacionalistas, camisetas sin mangas con la virgen de Guadalupe, o colores oscuros con emblemas folklóricos.

Por supuesto, la Botellita de Jerez toma su nombre de la peculiar frase utilizada por los personajes de Chespirito en el Chavo del 8 o en el Chapulín Colorado, “Botellita de jerez, todo lo que digas, será al revés”. Es una forma de incorporar un nivel de infantilismo y cinismo filosófico, que se opone al rock de los 80s que se deshacía por ser oscuro, hard core y derrochar talento y opulencia.