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Chava Flores no es solo un “cronista musical” es la voz de un barrio, de un tipo de vida chilango.
Salvador Flores Rivera, a.k.a “Chava Flores”, fue un compositor de canciones emblemáticas que describen de manera satírica la vida cotidiana y el contexto sociopolítico de la capital mexicana. Nació el 14 de enero de 1920, en la calle de La Soledad, en el barrio de La Merced y hasta la fecha no ha existido nadie que haya cantado todo el folclor urbano como lo hizo Chava Flores…
Tras la muerte de su padre, a los trece años, dejó la escuela y empezó a trabajar para sacar adelante a la familia. Trabajó como sastre, mensajero, repartidor, cobrador, contable, comerciante y ferretero. Llegó incluso a regentar una tienda de embutidos y compró un camión de reparto de carne, que vendió cuando el negocio se declaró en quiebra.
Su acercamiento a la música llega cuando se une a un amigo para trabajar en una pequeña imprenta. Allí se encarga de editar la revista quincenal llamada El Álbum de Oro de la Canción, y gracias a la revista tiene la oportunidad de conocer a los grandes compositores de aquella época, a los que entrevistó y por los que sintió “una gran admiración, hasta el punto de querer algún día convertirme en uno de ellos”.
Fue en 1952 cuando se inició como compositor con la canción “Dos horas de balazos”, la cual, junto con el tema “La tertulia”, fue llevada a los acetatos el 11 de enero de ese año. El éxito fue tal, que no tardaron en aparecer nuevas canciones: “Boda de vecindad”, “Peso sobre peso (La Bartola)”, “La interesada”, “El gato viudo”, “Mi chorro de voz”, “Ingrata pérfida” y “Llegaron los gorrones”.
Los temas de Chava Flores pronto se arraigaron en el gusto de la gente, que aceptó y se apropió canciones como “Pobre Tom”, “Vámonos al parque, Céfira”, “Cerró sus ojitos Cleto”, “Pichicuás”, “Los quince años de Espergencia” y, más adelante, “Sábado Distrito Federal” y “¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?”.
En el repertorio de Chava Flores hay más de 200 temas, que por su contenido le valieron ser nombrado “El compositor festivo de México”, “El cronista musical de la ciudad”, “El folklorista urbano de México” y “El compositor del barrio”. Asimismo, Chava Flores obtuvo varios reconocimientos y premios entre los que destaca la Medalla Agustín Lara que la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) le otorgó por su brillante trayectoria artística.
Sus letras chilangas, urbanas y divertidas retratan la vida en la capital. Además, reflejan un profundo conocimiento del folclor de la Ciudad de México, parodiando la forma de ser mexicana, así como las costumbres de un México olvidado; calificado por muchos como un antropólogo natural, un certero conocedor del ser mexicano y un comediante original.
Recibió diversos diplomas y reconocimientos por su trayectoria como autor y compositor; en 1983 se trasladó a la ciudad de Morelia Michoacán, participó en un programa de radio y escribió el libro Relatos de mi barrio. Chava Flores falleció el 5 de agosto de 1987, a los 67 años de edad.