Foto destacada La Jornada
Este fenómeno cultural ha crecido de manera notable por todo el continente.
Recientemente fue encontrado un santuario dedicado a la Santa Muerte en El Salvador, durante un registro en un bar. Otro caso tuvo lugar en Guatemala a donde se halló un altar dedicado a la Santa Muerte y en varios lugares de Estados Unidos cada vez es más frecuente encontrar altares. La Santa Muerte es una de esas figuras controversiales, ya entre sus devotos, se dice, hay muchos grupos criminales asociados, aunque también la veneran miles de personas sin vínculos criminales.
Aunque el culto a la Santa Muerte es popular en el centro de México, en los últimos años, la Santa Muerte se ha expandido por latinoamericana cada vez más. Se estima que esta religión tiene cerca de 12 millones de seguidores en países como México, Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia, Ecuador y Perú. Así que esta devoción y sus creencias esotéricas cada vez son más frecuentes.
Asimismo, se ha atribuido un incremento en la popularidad de la Santa, debido al intercambio cultural surgido de la presencia, a veces sobreestimada, de los carteles mexicanos en Latinoamérica; que colocan figuras mientras estás sentada en un trono o de pie con su guadaña, la figura femenina en forma de esqueleto es considerada por sus devotos como maldita y bondadosa, dadora de protección y clave en el paso de la vida a la muerte.
Además, porque como se sabe, El Salvador, Guatemala y Honduras han sido territorios dominados por las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18 durante años. Han controlado las extorsiones y el tráfico ilícito. También han desaparecido y asesinado a quienes incumplieron sus leyes.
Asimismo, se ha dicho que la también llamada Nuestra Señora de la Santa Muerte o la Niña Blanca, se ha encontrado desde Canadá hasta Chile; pasando por Colombia, Ecuador y Brasil, donde es cada día más popular, según Andrew Chesnut, de Virginia Commonwealth University, Estados Unidos. Esto es un fenómeno peculiar, ya que el 40 por ciento de la población latinoamericana es católica, y México es el segundo país con mayor número de devotos, sólo después de Brasil.
Este aumento de fervientes de la Santa Muerte, también se debe al hecho de que la iglesia católica ha perdido miembros en los últimos 20 años; un ejemplo es México, donde alrededor de 77 por ciento de la población tiene esa religión.
No obstante, el culto a la Santa Muerte no ha podido formar un grupo religioso ni recibir reconocimiento legal desde 2005, a pesar de su notable avance. No obstante, El Salvador, por ejemplo, tiene más presencia debido al régimen de excepción que busca erradicar a las pandillas de los barrios, en donde más de 90 mil personas han sido capturadas durante la medida. Pese a ello, hay posibles bandas criminales cuya figura de devoción es la Santa Muerte.
