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La Pila de las Culebras está inspirada en la leyenda de un brujo otomí.
Tapalpa es un destino lleno de anécdotas, con una gran tradición oral otomí y hermosos espacios urbanos, enclavados en una sierra boscosa. Pero el que más sobresale de todos, el que se creó en la cabecera municipal, en donde están distribuidos abrevaderos pensados para animales de carga, o pilas que abastecían de agua a los tapalpenses.
Estas historias forman parte de Tapalpa, un lugar en donde abundan las cabañas y glampings para todos los presupuestos, además de centros o parques ecoturísticos en donde organizan caminatas y actividades de aventura. El Valle de los Enigmas, también conocido como Las Piedrotas: gigantescos monolitos naturales de los que se cuentan varios relatos sobre sucesos paranormales y la presencia de extraterrestres; es un lugar que no puedes dejar de visitar.
Leyenda de Tapalpa
La leyenda de Tapalpa cuenta que estas serpientes eran en realidad tres mujeres “chismosas” que fueron convertidas en serpientes por un brujo otomí. En una de las esquinas del cruce de las calles Morelos y Vicente Guerrero, a 3 calles de la plaza principal del pueblo mágico de Tapalpa, se encuentra la Pila de las Culebras, una fuente de piedra que tiene labradas 4 serpientes con lenguas bífidas.
Se dice que, a finales del siglo XIX, en Tapalpa vivían 4 mujeres: María Teresa, María Eduviges, María Esmeralda y María Amaranta. Eran comadres, y se les conocía como las ‘Marías Lenguas’, debido a que se reunían en la fuente para chismear y ‘viborear’ desmedidamente a sus vecinos.
Esto, hasta que un día, un brujo otomí, llamado Macario, pasó por aquel punto de encuentro de aquellas amigas. Al escucharlas en pleno chisme, les advirtió que de seguir así, pagarían las consecuencias y él mismo las convertiría en lo que siempre han sido: ‘unas víboras’. Por supuesto, las 4 rieron a carcajadas, se burlaron e insultaron al brujo.
Al otro día, Macario fue a tomar un poco de agua de la fuente, pero, otra vez, ahí estaban las comadres, quienes, a manera de burla, le gritaron: ‘¡Macario, ¿no que nos ibas a convertir en víboras?!’ Enojado, lanzó un conjuro en lengua otomí. Las mujeres empezaron a convulsionar y poco a poco se convirtieron en serpientes, las cuales quedaron petrificadas permanentemente en la pila de piedra.
Se dice que si acudes a la fuente, debes hacerlo en silencio y sin criticar a nadie, pues de lo contrario te convertirías en una víbora de esas. Hoy en día, hay pobladores que relatan haber visto algunas sombras y apariciones de siluetas femeninas y que se llega a sentir una vibra pesada en el lugar.
Pueblo Mágico de Tapalpa
Dónde: Sierra de Tapalpa, Región Lagunas, a poco menos de 3 horas en auto al sur de Guadalajara y a menos de 2 horas del Lago de Chapala.
Cuándo: todo el año
Entrada libre
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