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Conoce qué árbol navideño es mejor para cuidar el medio ambiente.
Ya estamos muy cerca de ver los adornos en miles de hogares mexicanos, que llenarán sus casas de luces y flores de noche buena, ya que son elementos importantes para las decoraciones, además del hermoso árbol de navidad. No obstante; si te ocupas por el cambio climático y la deforestación en México se harán aquí te decimos ¿qué es mejor, un árbol de navidad artificial o uno natural?
A primera vista los árboles artificiales parecen ser una opción más sustentable, ya que pueden guardarse al final de los festejos navideños. Asimismo, ante la creciente deforestación en el planeta, parece que cortar un pino con motivos de decoración es una mala idea.
A pesar de ello, el gobierno mexicano, igual que el de otros países donde se celebra el 25 de diciembre, se anima a la población a comprar árboles naturales en vez de los artificiales. Puesto que, en realidad, la compra de pinos plásticos es más perjudicial para el medio ambiente, mientras que la de una de estas plantas maderables resulta ser la opción más sustentable.
Según el Gerente de Producción y Productividad de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Ramón Burciaga Verduzco, los beneficios de las plantaciones de árboles de navidad, son de dos tipos. Por un lado están los efectos positivos para el medio ambiente de este tipo de actividades forestales, ya que para la producción de árboles de navidad no se recurre a la tala de bosques naturales, contribuyendo a la deforestación.
Por otra parte, las Plantaciones Forestales Comerciales apoyadas por la CONAFOR “se hacen en terrenos que no tienen cobertura forestal. Es decir, no tumbamos árboles para plantar árboles. Más bien, lo hacemos en terrenos de uso agrícola o pecuario”. Es decir, terrenos que antes se ocupaban para la siembra o la ganadería, se convirtieron en pulmones que contribuyen a la reducción del dióxido de carbono en el ambiente, uno de los gases cuyo exceso es causante del llamado efecto invernadero.
Además de los servicios ambientales están los beneficios a la economía de los productores de Pinus ayacahuite (pino blanco o pino vikingo), Pseudotsuga menziesii (pinabete) y Pinus greggii (pino prieto), algunas de las variedades más comunes que se venden como árboles de navidad por su aroma y forma particular. Las Plantaciones Forestales Comerciales generan empleo y mano de obra calificada, además de que ayudan a disminuir la cantidad de pinos importados para las celebraciones navideñas.
Árboles de Navidad sustentables en CDMX
Ante la cercanía de las festividades decembrinas, la coordinadora del grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Xóchitl Bravo, recibió a productores locales de árboles de Navidad con el objetivo de destacar su labor y fomentar la compra en sus plantíos. Durante el encuentro, la diputada subrayó la importancia de adquirir árboles locales para preservar la tierra verde y respaldar directamente a las familias que dependen de esta actividad.
Bravo destacó que la meta para este año es vender 144 mil árboles provenientes de los cultivos de Tlalpan, e invitó a la ciudadanía a contribuir al objetivo comercial, sino también a retornar los árboles al término de las fiestas para convertirlos en composta y evitar basura innecesaria.
Además, aseguró que los plantíos están debidamente certificados y cuentan con permisos legales, lo que garantiza que esta actividad no fomenta la tala ilegal que daña las áreas verdes de la capital. La legisladora también resaltó el impacto familiar de esta actividad, invitando a las familias a participar en la experiencia de cortar su propio árbol.
Por su parte, María del Rosario Solórzano, miembro de los ejidatarios, destacó el papel esencial de las mujeres en la cadena productiva, desde la plantación hasta la venta. Solicitó el apoyo para difundir esta tradición y fortalecer la actividad como un medio de integración familiar y cuidado ambiental. En la CDMX se hace un llamado a optar por árboles naturales sobre los de plástico, ya que esto apoya la conservación del bosque de Tlalpan, promueve una economía más sustentable y fortalece la economía de los productores locales, además de fomentar una conciencia ambiental en los habitantes de la Ciudad de México.
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