Foto destacada: Cine de Oro Facebook
“Dos tipos de cuidado”, de Pedro Infante y Jorge Negrete es una de las cintas restauradas.
La Época del Cine de Oro en México mostró una realidad, fantasías, miles de prejuicios e ideales de aquella inspiración para dibujar “lo mexicano”. Aunque han pasado varios años de aquella buena fortuna para la industria del cine, hay muchos nombres que se han quedado impresos en la cultura popular mexicana como Joaquín Pardavé, Elsa Aguirre, los hermanos Soler, Silvia Pinal, Arturo de Córdoba, Rita Macedo y Germán Valdés; solo por mencionar a algunos.
Como estas películas están devuelta en la escena nacional, se usa mucha tecnología para mejorar la calidad de las copias y dar un vistazo al México de hace tiempo; la Cineteca Nacional alista exhibiciones de clásicos nacionales restaurados y digitalizados. Este año la Cineteca Nacional proyectará la copia restaurada del filme “Dos tipos de cuidado”, protagonizado por Pedro Infante y Jorge Negrete en 1953; además planea el estreno de un ciclo de películas de María Félix.
“Hay una gran cantidad de cine nacional que se ha perdido, ya sea por incendios, inundaciones, descuidos, y hasta desprecio, o robo, una película, por lo general, tiene su negativo integrado por 10 rollos de imagen y 10 de sonido, y hay gente que piensa que esos 10 rollos son lo mismo y se roba uno, entonces ya quedó la película incompleta en las bóvedas”, dijo en entrevista para El Sol de México Viviana García Besné, directora y fundadora del Archivo Permanencia Voluntaria de la Cineteca, enfocado en cine popular mexicano.
En noviembre del 2024, pasado se llevó a cabo en Cinépolis el primer Festival de cintas restauradas con los filmes cómo “Ahí está el detalle”, actuada por Cantinflas y dirigida por Juan Bustillo Oro; “María Candelaria”, protagonizada por Dolores del Río en 1943, bajo la dirección de Emilio “El Indio” Fernández, “Distinto amanecer” (1943), de Julio Bracho, con Pedro Armendáriz de protagonista; “En la palma de tu mano” (1951), de Roberto Gavaldón; “Nazarín” (1959), de Luis Buñuel y “La mujer murciélago” (1968), de René Cardona.
Las restauraciones surgieron luego de que en 2003, la cinta “Los olvidados”, de 1950 con la dirección de Luis Buñuel fue declarada por la UNESCO Memoria del Mundo y Patrimonio de la Humanidad. Gracias a esto, distintos organismos ya sea fundaciones o cadenas de exhibición comenzaron a trabajar en conjunto para restaurar cintas clásicas y que el público pueda recordar parte del pasado fílmico nacional.
De acuerdo con Viviana García Besné, quien lleva siete años restaurando cintas, el proceso puede tomar desde seis meses hasta 10 años, depende de la situación financiera con la que se cuente, ya que, en general, el trabajo es costoso. La directora dice que “las restauraciones por lo general cuestan aproximadamente 100 mil dólares, hablando de una restauración normal…”
En México se están haciendo restauraciones por medio de alianzas por mucho menos dinero, aunque cuesta más trabajo. El primer paso para la restauración es ubicar qué cinta se quiere recuperar, adquirir los derechos y permisos necesarios para que ésta pueda volver a exhibirse. Sigue el proceso de limpieza, el cual indicará si es viable la restauración o no. Enseguida la cineteca debe escanearse a una resolución 4k.
García Besné afirma: “El material original se puede dañar cuando lo escaneas y hay muchas que sabes que las vas a escanear y tal vez ahí se acabó su vida, o sea escanearlas es la última oportunidad que tienes de salvar las películas; hay otras que están en mejor condición y que las puedes escanear en ocasiones futuras, pero una vez que empiezas a trabajar con ella digitalmente, ya no puedes dañar a la película”, explica la restauradora.
Antes de que llegue la película al cine, es necesario corregir el sonido, ya que debe ser claro para que se entiendan los diálogos. En ocasiones se ha optado por nuevamente hacer el doblaje de la cinta como en el reciente caso de “Profundo carmesí”, filme de Arturo Ripstein de 1996, que, al ser restaurado en su totalidad, agregando los casi 20 minutos que se le censuraron en su momento, se tuvo que volver a hacer el doblaje con los protagonistas, Regina Orozco y Daniel Giménez Cacho.
“El proceso termina cuando se tiene un master digital del que puedes hacer copias o puedes sacar archivos para Blu-ray. Una vez que ya hiciste la restauración y estás contento, entonces sacas un archivo de altísima calidad digital, por lo general es un QuickTime en su máxima calidad y ese para distribución en cines. “Se mandan a hacer DCPs (Paquete Digital para Cine que es una colección de archivos que se usan para almacenar datos) y así todos los teatros los pueden pasar y uno guarda su máster en discos duros o en cintas LTO para que puedan durar más tiempo, porque lo que nos importa es la conservación”, concluyó.
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