La creatividad culinaria mexicana no tiene límites, y un claro ejemplo de ello es la reciente innovación del puesto ‘Guajolotongo’ en la Ciudad de México. El dueño del puesto, Ángel Hernández, ha fusionado la tradicional guajolota con un toque de la gastronomía francesa, creando la “guajolotorta al estilo francés”, que sustituye el clásico bolillo por un croissant.
El curioso platillo se hizo viral gracias al creador de contenido conocido como ‘Chef Omi’, quien compartió un video en su cuenta de TikTok mostrando la preparación de esta innovadora combinación culinaria. “Al estilo Johanne Sacrebleu, el cortometraje mexicano que responde a la película ‘Emilia Pérez’, Don Ángel rinde homenaje a la gastronomía francesa con una guajolotorta a base de un croissant”, comentó Chef Omi en su video, destacando el ingenio del platillo.
La guajolotorta tradicional es un alimento popular en la Ciudad de México que combina un bolillo relleno con un tamal, bañado en chilaquiles con pollo, y acompañado de crema, queso y salsa. Sin embargo, en esta versión inspirada en la cocina francesa, el bolillo es reemplazado por un croissant, un clásico de la panadería parisina del siglo XIX. El resultado es un platillo que mezcla la textura hojaldrada del croissant con los sabores intensos y tradicionales de la guajolota mexicana.
El puesto de Don Ángel, ubicado en la esquina de Holbein y Av. Patriotismo, en la colonia Nonoalco de la alcaldía Benito Juárez, se ha vuelto un punto de referencia para los amantes de la comida callejera que buscan algo novedoso. El horario de atención es de 7:00 a 12:00 horas, tiempo suficiente para que los curiosos puedan acercarse a probar esta delicia.
El auge de la guajolotorta al estilo francés también refleja cómo la gastronomía puede ser un puente entre culturas. Mientras que el croissant es un símbolo de la sofisticación parisina, la guajolota es un emblema de la comida rápida y accesible de la capital mexicana. La unión de estos dos elementos aparentemente opuestos ha resultado en un platillo que no solo es sabroso, sino también un ejemplo de la creatividad culinaria que caracteriza a la Ciudad de México.
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